Pues qué se puede decir en estos casos… ojalá más personas que caen el bote siguieran el ejemplo del buen Víctor Francisco, quien desde el Reclusorio Sur cursó y aprobó toda la carrera de ingeniería… y ahora hasta el título ya consiguió.
Lo anterior fue presumido por la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX. Cómo fregados no presumir algo así: Francisco Víctor es uno de los pocos casos de personas privadas de su libertad que, desde el encierro, consigue un título de educación superior.
De acuerdo con el comunicado de la SSC-CDMX, se indica que el buen Víctor Francisco realizó su examen profesional con base en el proyecto que desarrolló sobre “Dispositivos de Microondas”… y bueno, todo salió de maravilla, ya que ahora puede decir con orgullo que tiene un título profesional de parte de la Facultad de Ingeniería de la UNAM.
“Suman 14 casos de personas privadas de la libertad que se titulan en reclusión gracias al acuerdo de trabajo con la Máxima Casa de Estudios. Es así que, de 2006 a la fecha, se han titulado en Licenciatura 47 personas privadas de la libertad en la Ciudad de México”, señala la SSC-CDMX.
Sin especificar por qué es que cayó en prisión, desde cuándo y por cuánto tiempo, las autoridades indican que el ahora ingeniero incluso ganó un Premio Nacional de la Juventud. Esto ocurrió en 2011, con el proyecto “Globos de Cantoya, Difusión de la Cultura Tradicional”.
Ese premio lo consiguió por medio de la Facultad de Ingeniería de la UNAM y fue tan bueno el trabajo que, incluso, fue expuesto en diferentes países como Brasil y Corea del Sur.
Según la SSC, también participó en el proyecto con el que Bolivia realizó su primer satélite de telecomunicaciones de Bolivia, esto a invitación del gobierno de ese país. No se indica si esto lo hizo cuando todavía gozaba de su libertad o desde el Reclusorio Sur.
Se espera que haya más casos como el de Víctor Francisco, toda vez que, actualmente, “el 55% de las personas privadas de la libertad de los 13 centros de reclusión de la Ciudad de México están matriculadas y cursando desde la educación básica y hasta posgrado, otros con cursos extraescolares”. Muy buen número, ¿no?
¡Aplausos! Cuatro presos del Reclusorio Oriente se gradúan como abogados
