Sabemos que Kim Jong-Un, no estaba muerto, andaba de parranda, lo que no teníamos ni idea es que tras 20 días de ausencia iba a regresar de tan mal humor. Varios medios internacionales, informan este domingo 3 de mayo del 2020, sobre el intercambio de disparos entre las dos Coreas en plena zona militarizada que divide la península. Aunque afortunadamente, no se reportan víctimas mortales.
Después de que Jong-Un, repartiera amor y paz por el mundo, luego de su misteriosa desaparición, fue Corea del Norte quien abrió fuego, atacando un puesto de guardia surcoreano en la frontera que separa a ambas naciones, no dejando a Seúl, más remedio que repeler las agresiones.
De acuerdo con El País, quien rescata un comunicado de la agencia surcoreana de noticias ‘Yonhap’, el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, emitió una advertencia sin tener contestación, por lo que repelieron el fuego. “Los disparos alcanzaron la unidad de guardia en la ciudad fronteriza central de Cheorwon alrededor de las 7:41 horas pero no se reportaron víctimas ni daños en las instalaciones surcoreanas”, han señalado las autoridades surcoreanas, añadiendo que los disparos fueron intencionados, ya que provenían de una zona de cultivo
Además, señala el diario español, las autoridades surcoreanas, investigarán a fondo para “entender la situación y evitar incidentes adicionales”. Hay que recordar que aunque Jong-Un, limó asperezas con el actual líder sudcoreano Moon Jae-In en 2018, e incluso el dictador norcoreano envió sus condolencias por la muerte de la madre del Presidente de Corea del Sur al año siguiente, ambas Coreas siguen en estado de guerra técnico.
Por lo consiguiente, este tipo de escenas se han repetido a lo largo de la última década, tomando por sorpresa a Corea del Sur, de forma eventual, sucediendo en el 2010 y 2014, las tensiones se habían relajado desde el último ataque en 2017.