Hasta donde hemos llegado. Esa es la historia de un intento de asesinato muy particular. Pongan atención, no se las vayan a aplicar un día. Resulta que una mujer se puso veneno en la vagina e incitó a su marido para que le practicara sexo oral. Dicen que el pez por su boca muere, y a este hombre casi se le cumple.
Esto sucedió en Río Petro, Brasil. Afortunadamente el asesinato no pudo concretarse debido a que el marido notó algo raro en el cambio repentino de humor de la esposa, por lo que decidió concluir el acto. Al poco tiempo el hombre empezó a sentirse mal y se dirigió a un hospital en el que se le encontraron altos niveles de sustancias tóxicas.
Lo bueno es que se dio cuenta a tiempo, seguramente muchos Sopicuates se hubieran seguido de largo en la acción sin ponerse a pensar ‘por qué si mi novia siempre anda de mojigata, ahora sí quiso’.
Si ustedes se preguntaban qué llevó a esta desalmada mujer a intentar matar a su marido, la respuesta es que el caballero alguna vez le había manifestado su deseo de separarse. ¡Y ya!, ¿qué tal si lo dijo de broma?
La sospechosa es investigada pero no fue detenida. ¡Aguas si en estos días tienen sus ‘que-veres’ con una brasileña!
Qué tal con las asesinas de hoy en día, ya ni por los chescos se puede bajar a gusto.