Un estudio publicado recientemente en la plataforma medRxiv y en el que participaron varios Departamentos de Salud de universidades de Brasil, analiza como Manaos, capital del estado de Amazonas, pudo haber alcanzado la inmunidad de rebaño después de una gran parte de su población se infectó de COVID-19.
Como sabemos, a partir de los reportes y rastreos mundiales, Brasil es uno de los países que desarrolló la pandemia de coronavirus más rápidamente y sin un aparente control que permitiera la no transmisión del virus, incluso entre el personal médico.
Manaos tiene una población de más de 2 millones de personas con una densidad de 158 habitantes por kilómetro cuadrado. Resulta que el primer caso de COVID-19 que se registró en esta ciudad fue el 13 de marzo de 2020 y desde este momento la pandemia fue explosiva. Durante la primera semana de mayo el exceso de mortalidad fue 4.5 la que se registró el año anterior.
Una vez que este pico de principios de mayo llegó, se registró una disminución sostenida de casos y muertes a pesar de que se relajaron las medidas de control en toda la ciudad. Es por eso que en el estudio se dieron a la tarea de estimar la proporción de la población seropositiva al virus SARS-CoV-2, es decir, la población que desarrolló anticuerpos una vez que se recuperó de la infección.
¿Cómo se logró esto?
Para estimar la proporción de la población con anticuerpos contra el virus que provoca el COVID-19 se analizó una muestra de las donaciones de sangre que se hicieron al banco de sangre de Sao Paolo y la Fundación Hospitalaria de Hematología y Hemoterapia de Amazonas ubicada en Manaos.
Las muestras analizadas van desde febrero hasta agosto. Lógicamente en febrero la prevalencia de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 fue muy baja (menos del 1%) debido a que los primeros casos diagnosticados llegaron a finales de febrero en Sao Paolo y a principios de marzo en Manaos.
En el caso específico de Manaos, la prevalencia de anticuerpos IgG fuer del 4.8% en abril, 44.2% en mayo y en junio llegó hasta 51.8%, el pico más alto registrado.
El estudio revela que la seroprevalencia (presencia de anticuerpos contra el COVID-19) siguió creciendo a la par de la curva de muertes acumuladas. Por otro lado en Sao Paolo el porcentaje de personas seropositivas, en donantes de sangre, llegó a su máximo en julio con 13.6%.
Sin embargo, en junio y agosto este crecimiento se revirtió. En julio y agosto la prevalencia de anticuerpos cayó al 40% y 30.1% respectivamente.
¿Qué se encontró?
Los resultados del estudio muestran que entre el 44 y el 66% de la población de Manaos estuvo infectada con COVID-10 durante el curso de la pandemia. La elevada mortalidad y la caída rápida y sostenida de casos sugieren que la inmunidad de rebaño jugó un papel importante en el tamaño de la pandemia en Manaos.
Tomando en cuenta lo anterior, el estudio concluye que el umbral de inmunidad colectiva en Manaos sería del 60% y el tamaño final de la epidemia del 89%.
De acuerdo con la Organización Panamericana de Salud, la inmunidad de rebaño o colectiva implica un “estado inmune de la población, que previene la aparición de epidemias. La protección colectiva frente a un agente infeccioso comporta un riesgo menor de contraer esa infección para todo el grupo y no sólo para los vacunados”.
Es decir, cuando un virus se propaga entre la población, algunas personas pierden la vida y otras sobreviven. En el segundo caso, el sistema inmunitario de la persona que logra sobrevivir aprende a reconocer el virus y a combatirlo. Cuando esto sucede en una gran cantidad de personas, es más difícil que el virus se propague.
Esto es lo que se ha visto en epidemias pasadas. Peeeeeeero, hoy en día estamos ante un virus desconocido y las autoridades sanitarias —como la OMS (Organización Mundial de la Salud)— desconocen si una vez que una persona se contagia de coronavirus, adquiere inmunidad y por cuánto tiempo esa inmunidad es efectiva para evitar la re-infección.
Recordemos además de que en Hong Kong, Bélgica y Países Bajos ya se registraron casos de reinfección por COVID-19.
No lo haga, compa: ¿Por qué es mala idea hacer fiestas COVID-19 y qué es la inmunidad de rebaño?