El sueño de la infancia. Tantos años, de primaria y secundaria, encontrando la manera de crear el mejor avión de papel en el patio rindieron frutos. Bueno, no para nosotros, sino para estos ingenieros de Boeing —los aviones, no los jugos— que acaban de romper el Récord Guinness.
Su fabuloso avión de papel voló más de 88 metros. Suficiente para responderle a todos los que alguna vez les dijeron que perdían el tiempo, ¿no?
Esta idea quedó registrada en el Récord Guinness como el vuelo más largo de cualquier avión de papel en la historia, pero —aunque parezca— no crean que fue juego. Los ingenieros de Boeing se tardaron 4 meses en diseñar el modelo perfecto, inspirándose en los vehículos aeroespaciales hipersónicos.
El mejor avión de papel
El diseño y la forma de este increíble avión de papel está inspirado en los aviones que rompen la barrera del sonido, por lo que, obvio, bautizaron a su creación como Mach 5.
De acuerdo con el Récord Guinness, se tardan 20 minutos en doblarlo a la perfección. Usan una hoja tradicional de papel A4 aunque utilizan la más pesada que encuentren. “Mientras más pesado sea el papel, más será el moméntum que consiga cuando lo lanzas”, explicaba uno de los ingenieros.
La única queja que nos queda de todo esto es que no explicaron cómo lo hacen. “Nuestro diseño es distinto del tradicional que dobla a la mitad y después las dos esquinas por el centro”, contaba uno de los ingenieros. “Es único y definitivamente inusual”. De hecho, su avión de papel es prácticamente un secreto pues en los videos bloquean las escenas de cómo lo doblan.
Boeing compartió una pequeña foto de uno de los prototipos que hicieron los ingenieros. Ahí podemos apreciar que —además de que es súper pequeño— está bastante enredado. Échenle un ojo:
El récord de este avión de papel es uno de los más cotizados. Actualmente estaba en manos de unos ingenieros de Corea, con 77 metros, pero esta nueva versión parece ser impresionante.
Los ingenieros de Boeing lograron que su avión volara, exactamente, 88 metros con 31 centímetros. Lo lograron en su tercer intento medido cuando, según ellos, lograron lanzarlo casi a los 40º de inclinación perfectos. Justo lo que necesitaban.
En fin, estos genios de la diversión escolar —convertida en carrera profesional—se llaman Dillon Ruble y Garrett Jensen. Son compañeros, no solo de trabajo, también de escuela, pues ambos estudiaron Ingeniería Mecánica Aeroespacial en la Universidad de Missouri. Para este curioso intento se acompañaron de un amigo suyo, Nathaniel Erickson, y los tres aparecen juntos en el libro de Récords Guinness.