El INEGI se une a los organismos que se han puesto al brinco por la austeridad republicana que intenta implantar el gobierno de AMLO. Y no por una, sino por dos frentes por los que la actual administración busca reducirles sus ingresos.
Un día después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) le diera justo en su corazoncito ahorrador a López Obrador, al decidir suspender su Ley Federal de Remuneraciones, ahora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) interpuso una controversia constitucional contra dos asuntos: 1) el recorte presupuestal que se le aplicó este año y 2) impedir que sus funcionarios de alto octanaje ganen menos que el presidente.
“Con la finalidad de defender la autonomía otorgada por la Constitución a este instituto, así como la esfera competencial que las leyes reglamentarias le otorgan, el INEGI presentó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación una demanda de controversia constitucional”, señala el Inegi en su nada amoroso comunicado emitido este 14 de febrero.
#ComunicadoINEGI Posicionamiento respecto al presupuesto de egresos de la Federación para 2019 y la aplicación de la Ley Federal de Remuneraciones de los servidores públicos. https://t.co/9Y41HMhF4t pic.twitter.com/OZi6bNZg31
— INEGI (@INEGI_INFORMA) 14 de febrero de 2019
Respecto al primer asunto, el INEGI señala que el dinero que le destinó el gobierno federal no sólo no les alcanza para los peluchitos de este año, sino que impide al instituto “ejercer a cabalidad sus funciones”. Además, agrega, “el gasto insuficiente viola la autonomía financiera y su independencia económica sometiéndolo a la necesidad de acotar, cancelar o postergar diversos proyectos de información estadística y geográfica como ya se ha informado”.
En lo relativo a la aplicación de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, el INEGI apunta que éste no brinda certidumbre sobre cómo meterle tijera a los sueldos de sus servidores públicos, en su calidad de órgano constitucional autónomo con alta especialización técnica.
En resumen, los altos mandos del INEGI quieren seguir teniendo pa’ darse vida fifí… digo, salvaguardar la autonomía de su instituto, ya que sus funcionarios pueden darse el lujo de decir “a mí puras habas”, si es que por ahí alguien busca maicearlos. Es decir, tienen autonomía presupuestal… cuando el gobierno se pone guapo, claro, no como ahora.