Durante la noche del jueves y lasprimeras horas de este viernes, 25 de octubre, las autoridades del estado de Baja California han estado trabajando a marchas forzadas para controlar una serie de incendios forestales que se han desatado en su estado. Los tramos carreteros entre Tijuana, Ensenada y Rosarito son las zonas más afectadas.
Ya cancelaron clases en tres municipios, habilitaron albergues y han cerrado vialidades principales para proteger a la población.
Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) ha informado que la autopista Tijuana-Ensenada se encuentra cerrada en ambos sentidos y los reporteros de La Jornada aseguran que la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) aplicaron el Plan DN-III-E para auxiliar en la zona y combatir los incendios.
En las Playas de Rosarito se han registrado 15 incendios forestales diferentes y en Tijuana se reportan cerca de 30.
Armando Ayala Robles, el presidente municipal de Ensenada, alertó a la población cuando acudió a uno de los lugares de emergencia. “Si les piden evacuar, háganlo, ya que es como medida preventiva para salvaguardar su integridad”, señaló.
La Secretaría de Educación del estado de Baja California (@EducaciónBC) confirmó la suspensión de clases a todos los niveles educativos por los incendios. Esta medida aplica para Tijuana, Tecate y Rosarito.
¿Y a qué se deben estos incendios?
A pesar de que la naturaleza es implacable y está canijo controlarla, algunas personas de Baja California comienzan a mencionar falta de preparación ante los incendios que suceden cada año.
Durante el otoño —principios de invierno, también— se aparecen los Vientos de Santa Ana.
Esos vientos son un fenómeno meteorológico muy particular que lleva a Baja California vientos extremadamente secos que surgen en el desierto de Mojave. Cuando los combinas con las altas temperaturas o el solazo en la región, sirven para avivar las llamas y provocar incendios en grandes regiones como lo que está pasando ahora en Tijuana, Ensenada y Rosarito.