De acuerdo con los registros de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), del 1 de enero al 21 de marzo de 2023 en México se han registrado 667 incendios forestales en 23 estados, con una afectación total de 22 mil 246.84 hectáreas
Los estados que más registraron incendios fueron el Estado de México, Tlaxcala, Veracruz, Morelos, Chiapas, Durango, Michoacán, Oaxaca, Puebla e Hidalgo, que representan el 88 % del total nacional.
Sin embargo los estados que registraron una mayor superficie afectada por el fuego son Chiapas, Oaxaca, Chihuahua, Durango, Estado de México, Jalisco, Michoacán, Tlaxcala, Morelos y Puebla, que representan el 97% del total.
Pero ¿qué podemos observar de los incendios forestales en los últimos años en México? Vamos a darnos un clavado en las estadísticas.
¿Cómo se originan los incendios forestales?
Para empezar, de acuerdo con la Conafor, un incendio forestal ocurre cuando el fuego se extiende de manera descontrolada y afecta los bosques, selvas o la vegetación de zonas áridas y semiáridas.
Se estima que las actividades humanes ocasionan el 99% de estos incendios y solo el resto tiene como causa fenómenos naturales como descargas eléctricas y las erupciones volcánicas.
El promedio de los últimos años revela que casi la mitad de los incendios forestales se originaron por actividades agropecuarias y de urbanización, junto con las acciones intencionadas y los descuidos de personas que no apagan bien sus cigarros o fogatas.
El triángulo del fuego, las condiciones propicias para que inicie un incendio forestal, incluye el calor de la zona, el oxígeno y las corrientes de viento, así como el combustible, que en este caso son los árboles y pastizales que se pueden quemar con facilidad.
Cuando el fuego se propaga en forma horizontal sobre la superficie del terreno y alcanza hasta metro y medio de altura se llaman incendios superficiales. Cuando el incendio superficial se propaga bajo el sueño se convierte en un incendio subterráneo.
Pero, cuando el fuego pasa de la superficie a las copas de los árboles y los puntos más altos de la vegetación, se convierte en un incendio de copa o aéreo, los más destructivos, peligrosos y difíciles de controlar.
Los miles de combatientes y brigadas para luchar contra los incendios forestales están expuestos a sufrir quemaduras en diferentes grados a causa del contacto directo con las llamas o con los objetos ardientes que suelen desprenderse. Pero no es el único riesgo.
Pueden sufrir además intoxicación por humo y asfixia, irritación en los ojos, irritación de vías respiratorias, alergias, enfriamientos, lesiones en huesos y músculos, infartos, hemorragias, insolación, deshidratación, estrés, mordedura de serpientes o insectos, así como el famoso mal de montaña, que es una falta de adaptación del organismo a la altitud.
Los incendios forestales en México
La Comisión Nacional Forestal explica que en el periodo entre 1970 y 2023 se presentaron en promedio 7 mil 080 incendios por año, con una media de 293 mil 944 hectáreas.
Los años más críticos, tomando en cuenta la superficie quemada fueron el 1998, 2011 y 2023, con un total de un millón 47 mil 493 hectáreas el año pasado.
Los estados que tuvieron una mayor presencia de incendios fueron Estado de México, Ciudad de México y Michoacán, mientras que los estados con una mayor superficie afectada fueron Jalisco, Chihuahua y Chiapas.
Si hablamos solo de los últimos 5 años, el periodo entre 2019 y 2023, el 31% de los incendios fueron causados de manera intencional y el 22% por las actividades agrícolas.
¿En México se sanciona a quien inicia un incendio forestal?
Sí. De acuerdo con la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, en materia de incendios forestales y manejo del fuego, la sanción para quien provoque un incendio forestal va entre 150 y 30 mil Unidades de Medida y Actualización (UMA).
Tomando en cuenta el valor de las UMA en este 2024, la multa iría de entre 16 mil 285 pesos hasta 3 millones 257 mil 100 pesos, dependiendo del nivel de responsabilidad.
Pero no solo se sanciona a quien inicia el fuego de manera intencional. También le toca a quien realice quemas en terrenos agropecuarios en forma negligente que propicie la propagación del fuego a terrenos forestales vecinos y en terrenos temporalmente forestales.
Además se incluye a quien cause daño o deterioro grave a los ecosistemas forestales y a quien no evite, prevenga, combata o controle incendios forestales cuando esté legalmente obligado.
Por otro lado el Código Penal Federal establece en el artículo 420 Bis una pena de entre 2 y 10 años de prisión, así como lo equivalente de 300 a 3 mil días de multa en contra de quien provoque un incendio en un bosque, selva, vegetación natural o terrenos forestales, que dañe elementos naturales, flora, fauna, los ecosistemas o al ambiente.
Se agregarán hasta 2 años de prisión extra y hasta mil días de multa más cuando las conductas afecten un área natural protegida o bien, cuando la conducta se realice para obtener un lucro o beneficio económico.
¿Qué podemos hacer para prevenir un incendio forestal?
- Si eres un paseante en una zona de bosque o selva, no dejes encendidas fogatas, cigarros, cerillos o brasas.
- Evita dejar fragmentos de vidrio, cristales, espejos o botellas que por la acción de los rayos del sol puedan convertirse en una fuente de calor y puedan provocar un incendio.
- Nunca intervengas ni actúes por cuenta propia al intentar combatir un incendio forestal.
- Si vives en un área cercana a zonas naturales, evita acumular vegetación seca cerca o alrededor de tu casa, limpia la vegetación muerta en un perímetro por lo menos de 30 metros.
- Establece un plan de acción con tus vecinos en caso de incendio.
Lo más importante es siempre dar aviso a las autoridades cuando detectes un incendio forestal por pequeño que parezca. Si presencias un incendio forestal, sin importar su tamaño, repórtalo al 800 4623 634 o al 911.
