Los incendios forestales en Australia ya son una tragedia de proporciones históricas. Aunque técnicamente el fuego lleva activo desde septiembre, en estas últimas semanas la situación se ha vuelto incontrolable: entre las altas temperaturas y los fuertes vientos, el riesgo aumenta con cada día que pasa. ¿Lo peor? Diciembre era tan solo el inicio, tradicionalmente es enero y febrero donde los incendios cobran su mayor fuerza.
Los daños son brutales. Cientos de comunidades han tenido que ser evacuadas, miles perdieron sus casas y se han quemado cerca de 6 millones de hectáreas.
De acuerdo con las autoridades de Australia, van al menos veinte personas fallecidas, incluyendo a tres bomberos voluntarios. La Universidad de Sidney estimó que 500 millones de animales (neta) han perdido la vida. “Ese número podría ser sustancialmente más grande”, informaron en un comunicado. Fotografías devastadoras, que ya le están dando la vuelta al mundo, muestran cientos de especies endémicas huyendo de las llamas.
La ministra de Ecología señaló que un tercio de la población total de koalas perdió la vida. Un. Tercio.
Este viernes había oficialmente 130 incendios diferentes ardiendo en Australia. De acuerdo con la BBC, cerca de 60 todavía no estaban ni remotamente controlados y significaban un riesgo para la vida.
Todos los años, durante el verano, la temporada de incendios en Australia llega a las noticias impulsada por el clima seco y las temperaturas superiores a los 40º centígrados. El problema es que este año es particularmente grande y difícil de controlar. Aunque difícilmente superarán los 178 muertos de los incendios de 2009, los daños naturales y la superficie consumida por las llamas está alcanzando puntos históricos.
¿Y por qué está sucediendo? Probablemente fueron causas naturales (como tormentas eléctricas en campos abiertos o el calorón en algún bosque seco), pero la participación de la crisis climática está haciendo de las suyas. En este diciembre, Australia rompió dos veces su récord de temperatura en toda la historia. Ustedes dirán.