Y dicen que no hay confianza en los emprendedores…
El dueño de Key Thinking, S.A. de C.V. se aventó el compromiso de hacer y entregar 1.5 millones de sábanas quirúrgicas en un plazo de 120 días, lo cual no es imposible… si es que contara con una buena base de trabajadores. Aquí es donde está lo asombroso del asunto: el encargo federal se lo chutará él solito.
Al menos eso es lo que se infiere del hecho de que la empresa no cuenta con empleados registrados en nómina ni dados de alta en –precisamente– el Seguro Social. Pura confianza en las ganas que le va a echar a la chamba un empresario solitario. O qué, ¿a poco creen que el pequeño detalle fue ignorado a la hora de adjudicar la licitación? Imposible. Menos teniendo en cuenta que el dueño de la empresa mexicana se impuso a firmas experimentadas.
De acuerdo Aristegui Noticias, en el registro patronal que Key Thinking tiene ante el IMSS, la empresa reporta “cero” trabajadores… y por lo mismo, no tiene ningún empleado dado de alta en la institución de Seguridad Social. Pese a esta evidente anomalía, las autoridades no tuvieron ninguna duda en entregarle dos de las 50 partidas que otorgaron el pasado viernes. Una de ellas para la fabricación de –mínimo– 829 mil 523 piezas, lo cual se le recompensará con 94 millones 333 mil 355 pesos… ahora que, si no sale a comer y la familia le echa la mano, podría hacer el máximo solicitado (un millón 34 mil 454 piezas) y, en ese caso, se embolsaría más de 117 millones de pesos. En el segundo contrato se le pidió hacer sábanas quirúrgicas. En caso de elaborar el máximo requerido (556 mil 29 piezas), el pago será de 43 millones 436 mil 985 pesos.
Los encargados de avalar las licitaciones fueron la titular de la División de Bienes no Terapéuticos, Fabiola Fernanda Torres, y el de Servicios Complementarios, Francisco Reyes Torres. Los dos confiaron en que un solo hombre (o un empresario que prefiere no cumplir con ciertas obligaciones) puede sacar el cuantioso encargo. Roberto Benjamín Carmona, de la Secretaría de la Función Pública, sirvió como testigo social.
De acuerdo con conocedores del tema citados en Expansión, es un poco “complicado” que una empresa textilera sin empleados mueva la cantidad de tela requerida para hacer dicho encargo… eso sin tomar en cuenta el trabajo que costará distribuirlo en los 63 almacenes que el IMSS tiene por todo el país. Según cálculos, Key Thinking hará un pedido en tela equivalente a la distancia de la Ciudad de México a Dallas, Texas. Cerca de un millón 300 mil metros en sábanas.
Gente de poca fe.