Este martes, 6 de noviembre, son las elecciones intermedias en Estados Unidos. Y sí, sabemos que no estás perdiendo el sueño porque el candidato republicano al senado por Wyoming está arrasando en las encuestas. Por eso, acá te contamos porqué nos deben de importar las votaciones de esta semana en nuestro país vecino.
En resumen —si no quieres el resumen date una vuelta por acá—, estas elecciones pueden ser el final del poder legislativo de Donald Trump.
Pues sí, hoy es #ElectionDay en Estados Unidos y esto es lo que está en juego… https://t.co/alWjPDEhSz
— Sopitas (@sopitas) 6 de noviembre de 2018
Aunque técnicamente perdió en el voto popular, el mandatario gabacho llegó a la presidencia con una oleada de apoyo a favor del Partido Republicano. Los rojos, para no enredarnos. En estos dos años al frente de Estados Unidos, ha tenido la mayoría parlamentaria en la Cámara de Representantes y en el Senado.
Esto puede cambiar hoy mismo. Si este martes los votos migran al partido demócrata, hay grandes posibilidades de que los republicanos pierdan la mayoría en la Cámara de Representantes —la cámara baja— y, aunque está más complicado, igual podrían darle cuello a la superioridad numérica en el Senado.
Trump no saldrá en público este día de elecciones. #ElectionDay https://t.co/dhaPIJCdrB pic.twitter.com/1IpwDF1YuG
— El Financiero (@ElFinanciero_Mx) 6 de noviembre de 2018
Y esto, ¿qué significa para México y el mundo?
Si los republicanos salen bien librados de las elecciones, la imagen mundial será que la agenda #MAGA o ‘America First’ impulsada por el presidente está bien afianzada en su propio país.
De acuerdo a los analistas de CNN, esto podría envalentonar al presidente y a sus allegados —con la legitimidad de los votos— para seguir con su ofensiva ideológica. Por ejemplo, ser un poco más bravo con las otras potencias de la Unión Europea o dejarse ir de lo lindo con las tarifas impuestas a las exportaciones de China.
En ese caso, ni se diga la fiesta que podría armarse en alguna “guerra comercial” con México o aumentar las sanciones a otras naciones que cayeron de su gracia.
Básicamente, su gobierno y su ideología habrían pasado con creces la primer prueba de fuego en su propio país y Donald llegaría con vuelito en su búsqueda por la reelección presidencial en el 2020.
¿Y si la cosa les sale mal?
Si la cosa no sale como esperan y el partido republicano pierde la mayoría en una o en las dos cámaras la situación podría ponerse interesante.
Por ejemplo, los legisladores de oposición podrían echar para atrás algunas de las más recientes puntadas de Donald Trump, como renegociar los puntos finos del T-MEC. También, existe la posibilidad de que Estados Unidos regresara a la buena ondita en el plano internacional, deteniendo sus salidas anticipadas del pacto nuclear de Irán o el Acuerdo de París.
A este paso Donald Trump va terminar su administración peleando hasta consigo mismo 🤦🏻♂️🤦🏻♂️🤦🏻♂️https://t.co/7PUaCkEPe9
— Sopitas (@sopitas) 5 de noviembre de 2018
Pero eso no es lo más preocupante. Otra vez de acuerdo a los analistas de CNN, el gobierno de Trump quedaría prácticamente “paralizado” entre tantas investigaciones que le tienen preparadas.
El nuevo congreso podría pedirle al presidente y a su equipo que declaren bajo juramento frente algún comité especializado sobre el drama de la colusión con Rusia en las pasadas elecciones o podrían exigirle que haga públicos sus pagos de impuestos y cacharlo en movidas de evasión fiscal. Es más, también abre la puerta a que existan pláticas sobre un eventual proceso de destitución.
¿Saben algo que también quedaría paralizado? La construcción del muro.
Trump había pedido 25 mil millones de dólares para construir el muro fronterizo. Sin embargo, en el último presupuesto solamente le tocaron 38 millones para usar en ese proyectito.
Estados Unidos ya tiene fecha para comenzar la construcción de 10 kilómetros de muro fronterizo.https://t.co/lYT48jHJnm
— Newsweek en Español (@NewsweekEspanol) 2 de noviembre de 2018
Supuestamente el resto del dinero le llegaría después, pero si el partido demócrata obtiene mayoría en el Congreso, ellos tendrán la mano para decir cómo se reparten las finanzas. Básicamente, le puede ir diciendo ‘bye’ a los millones de dólares que todavía le faltaban.