¿Qué tal estuvo el debate de ayer? Pos quién sabe, pero esa mosca que se paró por casi dos minutos en la cabezota de Mike Pence aumentó la ansiedad de más de uno en casita y sirvió como bella metáfora de lo que que para muchos representa cualquier miembro del gobierno de Trump.
Ayer por la noche se llevó a cabo el primer (y único) debate de los aspirantes a la vicepresidencia de Estados Unidos. Y bueno, aunque parecía que la partida se la llevaría la demócrata Kamala Harris, pos como que a la mera hora no pudo hacer mucho frente al brazo derecho de Trump, Mike Pence.
i really did that pic.twitter.com/p5mTvt4gSz
— Mike Pence’s Fly 🏳️🌈 (@MikePenceFly___) October 8, 2020
Lo anterior no quiere decir que Pence se llevó la noche. De hecho, según los especialistas, el debate quedó tablas (cof, irrelevante, pues, cof)… No movió nada la intención de voto del electorado. Tanto así que lo que acabó por convertirse en tema de conversación del enfrentamiento político fue la mosca panteonera que se plantó sobre la cabeza del Pence por dos largos minutotes …
Con ganas de agarrar a peridicazos al p*nche Pence… digo, a la mosca.
El hecho no pasó desapercibido por el candidato a la presidencia por el Partido Demócrata, Joe Biden, quien en un tuit echó la cábula, refiriéndose al inusual incidente y, ya entrado en gastos, aprovechando para recaudar donativos que utilizará en lo que resta de su campaña.
Kamala Harris se quedó a medias
La aspirante a la vicepresidencia inició fuerte. De hecho, en redes emocionó la forma en que Harris calló a Pence cuando éste la interrumpió mientras hablaba sobre el mal manejo que el gobierno de Trump ha hecho de la crisis del COVID-19.
“El pueblo estadounidense ha sido testigo del mayor fracaso de cualquier administración presidencial en la historia de nuestro país ”, dijo Harris. “Francamente, esta administración ha perdido su derecho a la reelección basándose en esto”.
“Señor. Vicepresidente, estoy hablando “, le dijo Harris a Pence, cuando éste trató de responder a la crítica hacía de Trump. Y ya. De ahí todo se desarrolló con total cordialidad, incluso sin que Kamala sacara jugo del platazo que Trump sirvió los últimos días, con su irresponsable forma de actuar, luego de ser diagnosticado con COVID-19.