Este fin de semana comenzó a “aclararse” el caso de los normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero. Después de una semana de búsqueda, autoridades dieron con fosas clandestinas ubicadas en un cerro en Pueblo Viejo. Aunque no se ha adelantado la identidad de los 28 cuerpos exhumados, declaraciones de personas detenidas, pertenecientes al grupo delictivo Guerreros Unidos, apuntan cuál podría el curso de la investigación.
En conferencia de prensa Iñaki Blanco, procurador del estado, informó que los cuerpos que hasta ahora se han exhumado de las seis fosas localizadas el sábado, presentan signos de calcinación. Además señaló que según declaraciones de los detenidos por el caso, 17 de los normalistas fueron llevados al lugar de las fosas, para ser asesinados y quemados. Sin embargo, Blanco aclaró que se necesitará confirmar la identidad de los cadáveres, ya que la muerte de las víctimas podría haber sucedido hace 15 días o dos meses. Serán peritos especialistas quienes lo determinen. Por otra parte, las pruebas de ADN que permitirán conocer si los cuerpos exhumados pertenecen a los normalistas desaparecidos, tardarán hasta dos meses, y en éstas –a petición de los jóvenes estudiantes de Ayotzinapa– participarán especialistas de Argentina.
En su comparecencia ante los medios, Blanco dio a conocer que fue el director de Seguridad Pública de Iguala, Francisco Salgado Valladares, quien ordenó la detención de 17 de los estudiantes no localizados, y que fue un integrante del grupo Guerreros Unidos, conocido como “El Chucky”, quien pidió el asesinato de los normalistas. Abundando sobre esta versión, un testigo dijo haber visto a los jóvenes detenidos mientras estaban en el patio de la comandancia, para luego ser trasladados en patrullas. Cámaras de seguridad lo confirman.
Por este lamentable hecho, hasta el momento han sido detenidos 26 posibles responsables, de los cuales 22 eran parte de la policía de Iguala; además, se ha conseguido consignar a 29 integrantes del grupo delictivo Guerreros Unidos. Aunque quienes resultan clave en el caso son otras cuatro personas detenidas adicionalmente y también vinculadas a Guerreros Unidos, ya que es su testimonio el que asegura que la noche del viernes 26 y la madrugada del 27 de septiembre, 17 de los normalistas fueron llevados a Pueblo Viejo, precisamente al lugar en que fueron localizadas las fosas clandestinas. Estos detenidos son Luis Alberto José Gaspar, Honorio Antúnez Osorio, Martín Alejandro Macedo Barrera y Marco Antonio Ríos Berber.
Por el momento –subrayó el procurador– oficialmente los 43 normalistas desaparecidos continúan en esa calidad y aseguró que son buscados cerca de mil 800 efectivos entre fuerzas federales, estatales y voluntarios.
Blanco mencionó que aún no se conoce el paradero del presidente municipal de Iguala, Luis Abarca Velázquez, ni tampoco del secretario de Seguridad Pública de Iguala, Felipe Flores. Ambos están siendo buscados por las autoridades, pero solicitó apoyo de las diferentes fiscalías del país, así como de la PGR. Hoy se iniciará juicio para que le sea retirado el fuero a Abarca y así se proceda a su detención.
*Vía La Jornada, Milenio