Lo que necesitas saber:
Los cambios de la magnitud del huracán Otis fueron atípicos y ya está sobre la mesa el análisis de una nueva manera de medir los huracanes y su relación con el cambio climático.
“Lo monstruoso podría ser normal. Alerta experto universitario ante el calentamiento de los océanos”. De esta manera, la UNAM tituló la Gaceta 5, 427. Un análisis sobre por qué el huracán Otis ha sido considerado un fenómeno meteorológico único y su relación con el cambio climático.
De hecho, este número de la Gaceta UNAM no ha sido el único en analizar las condiciones por las que el huracán Otis pudo intensificarse de manera tan rápida —recordemos que en tan sólo 12 horas se convirtió en categoría 5—, la misma Universidad Nacional Autónoma de México junto con la Ibero han publicado los primeros acercamientos a un evento que ha dejado atónitos a especialistas nacionales e internacionales.
Por acá revisamos los puntos que ponen sobre la mesa, porque la conversación sobre el impacto del cambio climático y la posibilidad de que estos cambios en los huracanes no resulten “una excepción” seguirá, no sólo en México, sino en el mundo.
Huracán Otis: Cambio climático y las condiciones para que se intensificara tan rápido
A todo mundo le ha quedado claro que la manera en que Otis se intensificó fue extraordinaria.
Tan sólo durante la madrugada del 24 de octubre la Conagua —mediante info del Servicio Meteorológico Nacional— y el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos alertaron que Otis podía convertirse en huracán.
El segundo informó que Otis provocaría fuertes lluvias y una marejada que ocasionaría olas grandes y destructivas. Pero ninguno, hasta ese momento, previó que se convertiría en huracán categoría 5.
Hasta que en la noche de ese mismo 24 de octubre Otis alcanzó la categoría 5, dejando a las autoridades con poco margen para movilizar a miles de personas.
Si tomamos en cuenta que para preparar las evacuaciones, los protocolos cuentan con un par de días de “colchón” justo porque ya se ha identificado la trayectoria y fuerza de un huracán; aunque desde el gobierno Federal se omitió un aviso en cadena nacional en cuanto se supo de este cambio extraordinario.
Una mezcla de condiciones para que el huracán Otis se convirtiera en categoría 5
Entonces, ¿cuáles fueron los factores que abrieron cancha para que el huracán Otis llegara al máximo de la categoría Saffir-Simpson? ¿Por qué hemos escuchado que los sistemas de pronóstico meteorológico fallaron?
Aquí viene la UNAM para ayudarnos a entender el panorama. Entrevistado en La ciencia que somos —un programa que se transmite en RadioUNAM—, Jorge Zavala, director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, explicó que hay varias condiciones a observar.
Y que pudieron influir para que el huracán Otis alcanzara la categoría 5 de volada.
Una capa caliente y el Niño: huracán Otis
Primero hay que considerar la existencia de la capa caliente del océano o la capa mezclada o límite.
Es decir, si esta capa no es taaaaan profunda, la zona por donde pasa el huracán se enfría y este se debilita.
Pero, si hay suficiente calor constante de evaporación que el ciclón puede tomar como fuente de energía, este se intensifica —es justo lo que han explicado los/las especialistas, el aumento de la temperatura en los océanos es combustible para los huracanes.
Entonces, justo en este 2023 se ha estado evaluando la presencia del Niño, sobre todo porque ha sido muy cálido y, a su vez, la temperatura en el océano Pacífico es mucho más cálida en esta temporada.
Ahí va una condición que pudo permitir que el huracán Otis se intensificara en tan corto tiempo.
La presencia de un anticiclón
El doctor Jorge Zavala explicó que también tendría que ser considerada la presencia de un anticiclón —un remolino en el mar que gira en sentido de las manecillas del reloj y que hace que esta capa mezclada sea más profunda.
Sin capas con un nivel bajo para debilitar a Otis
Otra circunstancia que podría analizarse es que en la columna atmosférica —de 8 a 12 km en la troposfera— no hubo capas con un nivel bajo de vapor que abrieran las puertas para la entrada de aire seco y, de esta manera, el huracán Otis se debilitara.
Por último, Zavala mencionó que los vientos medios en el que está inmerso un ciclón deben ser similares a los niveles bajos y altos de la troposfera. Eso ayuda a que se intensifique.
El cambio climático y el huracán Otis
Ok. Entonces, las condiciones para que se forme un ciclón, se mantenga y se intensifique están relacionadas con las temperaturas cálidas en el oceáno.
Hoy sabemos que para eso es necesario que la temperatura de un océano esté por arriba de los 28 °C. Y que hoy por hoy, los periodos en que esta temperatura se alcanza son más largos debido a la influencia del cambio climático.
En cuanto a este huracán, Benjamín Martínez, investigador del Departamento de Ciencias Atmosféricas en el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, hizo énfasis en que cuando Otis era una tormenta tropical estaba en “aguas no muy cálidas”.
Y que comenzó a intensificarse cuando se desplazó por las aguas del Pacífico ecuatorial “muy cálido”, pasando de vientos de 100 kph (kilómetros por hora) a arriba de 260, rompiendo récords —de una manera nunca antes vista.
¿Por qué falló el pronóstico del huracán Otis?
Benjamín Martínez explicó que “el hecho de que todos fracasaran es relevante” y que si hubiera sido sólo en México estaríamos hablando de un error local.
Pero no fue así. En Sopitas.com ya les contamos del seguimiento que dio el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos y la Conagua. Entonces, ¿qué rayos falló?
Ese es el trabajo que tienen por delante los/las especialistas. ¿Qué otros elementos hay que medir?
¿Las temperaturas del mar? ¿Hay que darles un modelo de medición? O, ¿la condición inicial del estado de la atmósfera?
Otis pone sobre la mesa la necesidad de afinar los protocolos de prevención, sí, pero también los de medición —sobre todo por lo que les contamos de los cambios que la ciencia está viendo en contexto del cambio climático.
Para José Alberto Lara, investigador del Centro Transdisciplinar Universitario para la Sustentabilidad de la Ibero CDMX, se trata de un incertidumbre generada ya por el cambio climático.
Además de la necesidad de producir información, adaptar los modelos y justo los enfoques preventivos para afrontar este tipo de fenómenos.
Porque si bien los riesgos se pueden calcular, en contexto del cambio climático, la incertidumbre es otra cosa.
“Sabemos que hay un riesgo de huracán porque nuestros pronósticos dicen: ‘viene esta tormentas tropical’, que si se presentan ciertas condiciones, se va a hacer un huracán”.
Pero la incertidumbre es “no saber” y lo que se vio con el huracán Otis fue pura incertidumbre, concluyó.
