Si de algo ha servido «Manuel» fue para corroborar la situación de la infraestructura en Guerrero, y es que hace falta que un fenómeno natural ponga a prueba las construcciones para ver si están hechas de la manera que deben.
No es una cuestión cualquiera, recordemos que hace unos meses un temblor en China tuvo como resultado que se desplomaran varias escuelas ¿y esto qué tiene de raro? Bueno, que los edificios al rededor de ellas no se cayeron, esto indignó al pueblo chino e hizo que exigieran que se rindieran cuentas, puesto que la corrupción en la infraestructura (o simplemente la negligencia) no sólo es dinero que se pierde en el bolsillo de alguna persona sin escrúpulos, la corrupción o la negligencia en la infraestructura se traduce en un factor de riesgo para la población, un peligro inminente que puede costar la vida de civiles, mismos que han pagado para que se construyan esas estructuras. Entonces no sólo es un robo el que hagan mal las estructuras, es un atentado contra las vidas de los ciudadanos.
Podrían decir que esto es una exageración, pero no lo es, la cantidad de muertos por terremotos, inundaciones y hasta atropellamientos o choques podría disminuir si las estructuras se hicieran adecuadamente.
El caso de la Autopista del Sol es interesante, y, aunque no costó vidas, sí ha costado bastante dinero a los contribuyentes, y es que, según una investigación de Reporte Índigo, es una de la vialidades más caras del mundo, por kilómetro se paga alrededor de 1.5 pesos, esto es superior a carreteras de pago de Estados Unidos y Europa.
Pero ¿qué importa lo caro que resulta algo si es una gran inversión? Invertir el suficiente dinero en algo que será beneficioso es algo bueno, el problema es que el huracán «Manuel» nos mostró que esta carretera estaba mal diseñada y mal construida.
Reporte Índigo pone los implicados en la autopista:
- Carlos Salinas de Gortari (ya que se contruyó en su sexenio).
- José Francisco Ruiz Massieu: Entonces gobernador de Guerrero.
- Grupo Mexicano de Desarrollo: Dueño de la concesión y beneficiaria del rescate
- Gutsa: Ganó gran parte de la licitación de la reestructura de la autopista (habrá de verse de quién es).
- Carlos Slim: Desde el 2005 la compañía I+D México, que utiliza el nombre comercial de IAVE, es encargada del cobro del peaje.
- David Peñalosa: Tribasa (ahora Pinfra) Constructora de la autopista.
- Carlos Ruiz Sacristán: Titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en 1997. Hoy es director general y presidente del Consejo de Administración de Lenova, la filial mexicana de la empresa de energía Sempra.
- Emilio Gamboa Patrón: Dirigía la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en 1993, último año de construcción de la autopista, hasta su inauguración en 1994. Hoy es coordinador parlamentario del PRI en el Senado.
- Luis Téllez: Secretario de Comunicaciones y Transportes cuando se inauguró la carretera.
- Marco Antonio de la Peña Sánches: Actual director jurídico de Pemex. Fue director fiduciario del Fideicomiso de Apoyo al Rescate de Autopistas Concesionadas (Farac).
- Víctor Manuel Lozano Proa: Delegado fiduciario de la Farac, hoy es subsecretario de ingresos del gobierno de Nayarit.
Reporte Índigo explica que, a pesar de que la autopista se dañó de tal manera que tuvo que ser cerrada por el paso de «Manuel», nadie ha sido cuestionado por las condiciones tan precarias de dicha estructura.
Algunos, en cambio, siguen eternizándose en puestos políticos, por ejemplo, Marco Antonio de la Peña Sánchez es actual director jurídico de Pemex y, si se aprueba la reforma energética, se encargará de toda la instrumentación legal de los contratos de utilidad compartida propuestos por la Iniciativa Privada a Pemex.
Este abogado fue director fiduciario del Fideicomiso de Apoyo al Rescate de Autopistas Concesionada (Farac) y defendió lo bien que se habían manejado las finanzas de este fondo durante la administración de Ernesto Zedillo. Pero, un informe que de la Auditoría Superior de la Federación dice que para recuperar el buen estado físico de las carreteras de la red propia de Capufe se requerirán 12 años a partir del año 2000 y una erogación total de 13 mil 226.4 millones de pesos en el mismo lapso.
Sin embargo, un estudio de la Cámara de Diputados en el 2007 estimó que en 10 años el gobierno mexicano había pagado, tan sólo en intereses por este rescate, 98 millones de pesos, un 206.7 por ciento más de los que se planeó originalmente.
Y así como está este caso, está el de los otros políticos que, en vez de ser cuestionados por sus responsabilidades, siguen plácidamente en los círculos de la política mexicana. O sea, tampoco es que queramos su cabeza en charola de plata, sólo queremos explicaciones de por qué algo que le ha salido tan caro a la ciudadanía se deshizo así de horrible y por qué, con el dinero que gana esa carretera, no se ha reinvertido constantemente para mejorarla.
Otro nombre que salta es el de Carlos Ruiz Sacristán, nombrado el año pasado como director general y presidente del Consejo de Administración de Lenova, la filial mexicana de la empresa de energía Sempra.
De acuerdo con el perfil que muestra la misma Lenova, Sacristán fue funcionario del Banco de México entre 1974 y 1988, funcionario en Hacienda durante el salinismo y director de Pemex con Zedillo en 1994.
Además es socio del despacho de Proyectos Estratégicos Integrales y participa en los Consejos de Administración de Southern Copper Corp, OHL México, Banco Ve por Más, Grupo Creatica y en la Administradora Mexiquense del Aeropuerto Internacional de Toluca, donde también participaba Ruiz Esparza.
En 2003 se anunció que la Autopista del Sol sería reestructurada. La parte más importante de la reconstrucción la ganó por concurso la compañía Gutsa Infraestructura la cual presentó retrasos en la obra (¡Ah! Es la misma que construyó la Estela de Luz, esa que tuvo un montón de irregularidades).
Cuatro años después, por fin, la remodelación fue inaugurada por Luis Téllez, entonces secretario de Comunicaciones y Transportes.
Entonces se dijo que las tarifas de dicha autopista debían continuar altas ya que era una «autopista de clase mundial».
En marzo del 2009 Luis Télles renunció a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, después de un escándalo por grabaciones de una conversación en la que acusó a Carlos Salinas de robarse, durante su sexenio, la partida secreta de la Presidencia.
Pero no se preocupen por este hombre, ya que ahora dirige la Bolsa Mexicana de Valores, en donde cotizan, según Índigo, empresas que contruyeron la Autopista del sol y fueron rescatadas por el gobierno zedillista.
¿Quién construyó la autopista? Ingenieros Civiles Asociados (ICA), Trituradores Basálticos (Tribasa, ahora Pinfra) y Grupo Mexicano de Desarrollo (la cual tenía la concesión y por lo tanto fue beneficiaría del rescate).
Pinfra (antes Tribasa) ha estado involucrada en acusaciones de obra mal construida en otras carreteras, como la que va de San Martín Texmelucan a Tlaxcala, conocida por los locales como «la autopista de la muerte».
En 2012 hubo 156 accidentes en ese tramo, y la SCT calificó su peligrosidad como «alta».
Esta cercada de cruces blancas en honor a la gente que murió ahí, y, según los lugareños, la compañía que hizo la carretera quita de vez en vez la cruces por «se ven mal».