Lo que necesitas saber:

El desarrollo del huracán Beryl ha sido atípico y es tan sólo un aviso de lo que se viene —y hay que estar preparados.

Los ojos no sólo de las instituciones de Protección Civil de los países del Caribe, México y Estados Unidos, sino también de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) han estado atentos a la trayectoria del huracán Beryl por su comportamiento atípico, que es un precedente o una alerta de lo que se viene en las temporadas de huracanes.

Ciclones con un cambio de intensidad más rápida, cuyo impacto podría darle al traste incluso al PIB de todo un país en vías de desarrollo, si no se aplican las alertas tempranas. Y todo se lo debemos, en parte, al calentamiento de los océanos.

Foto: @nasa

Huracán Beryl: un alarmante precedente de lo que se viene

Y es que nada más chequen por qué dicen que el huracán Beryl es un precedente alarmante de la temporada de huracanes que viene.

Según la OMM, Beryl es el huracán de categoría 5 más temprano registrado en el Océano Atlántico.

“Calles vacías, el viento y la lluvia del huracán Beryl el 3 de julio de 2024 en Kingston, Jamaica”. Foto: Joe Raedle-Getty Images.

Es decir, que Beryl alcanzó la categoría 5 —la máxima en la escala Saffir-Simpson— en muy poco tiempo. Además de ser el primer huracán de la temporada de este 2024 en el Atlántico.

Regresemos a la rapidez con la que Beryl agarró fuerza, pasando de depresión tropical a huracán: lo hizo en 42 horas.

De acuerdo con la misma OMM, esto no tiene precedentes para junio peeeeero también es un indicador de la tendencia reciente hacia una intensificación muy rápida, como lo vimos con el huracán Otis en Guerrero, que en cuestión de horas agarró fuerza y alcanzó la categoría 5.

Un cambio atípico para junio

¿Por qué no había precedentes para junio? El monitoreo de especialistas nos dice que en junio y julio las aguas no son los suficientemente cálidas como para ayudar a los ciclones o sistemas tropicales a prosperar —cosa que sí pasó con Beryl.

Generalmente, el Atlántico central y oriental tiene más actividad en agosto, en parte porque las temperaturas oceánicas han tenido chance de calentarse y alimentar a los sistemas que se están desarrollando.

Foto: @WMO

Entonces, ahí la preocupación de ver que los sistemas se están desarrollando y cambiando de intensidad mucho antes de las condiciones propicias.

El calentamiento de los océanos y el cambio climático

Tal vez para nosotros esta información sea una sorpresa, pero no así para los/las especialistas que han monitoreado el desarrollo de estos sistemas y sus condiciones.

La OMM citó al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que indicó que la tanda de ciclones tropicales intensos y las tasas de lluvias media y máxima aumentarán como consecuencia del cambio climático.

“Brad Reinhart, especialista del Centro Nacional de Huracanes, trabaja en el seguimiento del huracán Beryl, el primer huracán de la temporada 2024, en el Centro Nacional de Huracanes el 1 de julio de 2024 en Miami”. Foto: Joe Raedle-Getty Images.

Con esta información en la mano, la Organización Meteorológica Mundial aprovechó para advertir que se espera una temporada de huracanes “especialmente activa y peligrosa” para el Atlántico, Caribe y América Central.

¿Por qué agarró fuerza Beryl?

Ok, Beryl se intensificó de depresión tropical a huracán en tan sólo 42 horas. Va de nuevo, eso no tiene precedentes para junio.

Y una de las razones por las que el huracán Beryl agarró fuerza hasta alcanzar la categoría 5 —más de dos semanas antes de que cualquier otro huracán en el Atlántico lo haya hecho— fue por el calentamiento del océano o los niveles extremadamente altos de contenido térmico.

Nuevo pronóstico del huracán Beryl (3 de julio 2024) / Imagen: CONAGUA

Philip Klotzbach, especialista de la OMM, explicó que el contenido térmico del océano, el de orita, es el que normalmente se registra hasta mediados de septiembre.

Como les comentamos, desde hace tiempo las/los especialistas le han seguido el paso al desarrollo de estos sistemas y en qué condiciones lo hacen.

Con el análisis de sus monitoreos han relacionado el aumento de la temperatura de los océanos con el desarrollo de más huracanes, cada vez más intensos.

Por ejemplo, para que un huracán aparezca, la temperatura del océano tiene que alcanzar los 26°C —cosa que sucedió en el Atlántico en mayo y que sólo se registraba en septiembre.

Por otra parte, el calentamiento de los océanos también tiene sus raíces en La Niña y, claro, las emisiones del CO2 —resultado de las actividades industriales.

Ahora, lo que queda

Ya que estamos ante este inminente cambio, la OMM recomendó a los países del Caribe y que colindan con el Atlántico que se pongan las pilas con los sistemas de alerta temprana porque:

“Basta con que un huracán toque tierra para hacer retroceder años de desarrollo socioeconómico.

Por ejemplo, el huracán María en 2017 le costó a Dominica el 800% de su producto interno bruto”.

Por lo pronto, se prevé la llegada del huracán Beryl a la Península de Yucatán entre la noche del jueves 4 y madrugada del viernes 5 de julio como categoría 1 y 2 —mientras en tierras de memes ya se canta la batalla de Poseidón vs. Chaac. Acá pueden leer más de esta historia a propósito de los ciclones en la Península de Yucatán.

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Hola, soy Lucy Sanabria. Desde 2018 redacto y reporteo para Sopitas.com, con especial entusiasmo en temas de derechos humanos y LGBT+. En 2021 fui parte de la generación de la beca de Periodismo Incluyente...

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