Mientras en la frontera de México y Estados Unidos se vive uno de los momentos más fuertes en la política migratoria de Donald Trump, en Hungría el Parlamento aprobó un paquete de leyes que sancionan a las organizaciones civiles por apoyar a los migrantes ilegales.
Viktor Orbán, primer ministro nacionalista —así como lo hizo Donald Trump en su momento—, prometió al pueblo húngaro sancionar a estas asociaciones para contener el tránsito y la estadía de los migrantes indocumentados.
Ya en el Parlamento, este paquete fue aprobado con una mayoría de votos: 160 a favor contra 18, pese a las peticiones de organizaciones humanitarias y algunos sectores de la población, en el marco del #DíaMundialDelRefugiado.
Pero, ¿qué tiene de especial este paquete de leyes?
Según las autoridades, el objetivo es que los activistas no brinden su ayuda a migrantes que no lo merecen y que son “refugiados”. La penalización sería hasta de un año de cárcel para quienes ayuden a los migrantes ilegales.
Va un ejemplo de la iniciativa “Stop Soros” —en referencia al empresario norteamericano de origen húngaro George Soros, acusado de provocar una invasión de migrantes, según el gobierno—:
Hay personas que no pueden demostrar que están en un peligro inminente antes de pisar el territorio húngaro o ya estando de manera ilegal en este país. Entonces, se supone que las organizaciones civiles no podrán interceder por ese grupo de personas.
Además de estipular que sólo los ciudadanos europeos tienen el derecho de vivir en Hungría y que la composición de la población húngara no podrá ser modificada —en un reclamo indirecto a la Unión Europea—, en este paquete se establece que el gobierno deberá defender los valores y la cultura cristiana.
¿Algo distinto a la política de “cero tolerancia” en Estados Unidos?
Por lo pronto, Amnistía Internacional (AI) criticó la aprobación de estas leyes y calificó la votación como un “ataque descarado contra la gente que busca huir de la persecución y contra los que llevan a cabo un trabajo admirable para ayudarlos“.
Según esta organización, se trata de un nuevo golpe contra los ciudadanos, pero las acciones a favor de los derechos humanos continuará por parte de AI.
https://twitter.com/GaurivanGulik/status/1009436393200865281
Restricciones
Fidesz es el partido de Viktor Orbán y esta corriente ha impulsado la restricción de la entrada de migrantes refugiados —en su frontera con Serbia, Rumania y Croacia— y ha rechazado la cuota de migrantes refugiados propuesta por la Unión Europea.
ICYMI: Viktor Orbán says Hungary will block the EU’s long-term budget if Budapest is not happy with its contents. "Not a single cent should go to migrants" https://t.co/14FHadZtrt
— POLITICOEurope (@POLITICOEurope) May 4, 2018
En este contexto, han defendido su postura con el argumento de que es imposible aceptar a los migrantes y ante la crisis de los refugiados, Hungría ha construido sus propios campos o “contenedores“, donde los migrantes esperan a que su situación se resuelva, mientras intentan acceder a una mejor vida.
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Así que no sólo es Donald Trump, en varias partes del mundo la crisis de refugiados y desplazados es un tema preocupante, pues resulta ser el reflejo de un problema que la humanidad ha vivido en otras épocas críticas y armamentistas, como la Segunda Guerra Mundial y el desplazamiento de la comunidad europea.
**Foto de portada: Getty Images.