El Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano es el dispositivo astronómico de plato único y movible más grande del mundo, así como el instrumento científico más complejo construido en México.
Por su parte, el Observatorio de Rayos Gamma HAWC, es un laboratorio dedicado a observar el universo en las más altas energías y los fenómenos más extremos del cosmos, generando un mayor conocimiento sobre el origen del universo.
Ambos, están ubicados en la cima del extinto volcán Sierra Negra, una de las zonas que en los últimos meses se ha distinguido por sus altos índices de inseguridad, robo de combustible y saqueos, y no de a gratis se ha ganado el sobrenombre del “Triángulo Rojo”, dominado en gran parte por la operación de bandas criminales dedicadas al “huachicoleo”.
#Entérate | Seguridad Pública del Estado sostuvo reunión de trabajo con científicos del @inaoe_mx, a fin de robustecer la seguridad en la zona donde se encuentra el Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano.
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— Seguridad Pública Puebla (@SSP_Puebla) 6 de febrero de 2019
Asesinatos de policías, robo a trenes, asaltos a automovilistas e incluso, secuestros a los trabajadores de estas instituciones científicas, han orillado al Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, a anunciar la disminución de actividades científicas en el Gran Telescopio Milimétrico y el Observatorio de Rayos Gamma HAWC, por la inseguridad que se vive en la zona.
Como respuesta, el Secretario de Seguridad de Puebla, Manuel Alonso García, anunció que entre otras estrategias se pondría a disposición de los científicos un grupo de policías estatales que los acompañe durante sus trayectos.
Además, dijo que se implementarán operativos en las carreteras para determinar cual es la mejor ruta para escoltar a los científicos hasta el “Triángulo rojo”.
Atento comunicado sobre el estado que guardan los observatorios astronómicos del INAOE en el Volcán Sierra Negra.@gtmlmt_oficial @HAWC_Obs pic.twitter.com/K272nmdHWt
— INAOE México (@inaoe_mx) 5 de febrero de 2019
Sin embargo, da la impresión de que estas medidas, están lejos de solucionar el problema de fondo, y de no conseguirlo la labor científica del Gran Telescopio Milimétrico, reconocido como patrimonio de la humanidad por la UNESCO, y creado en conjunto por el Conacyt y la Universidad de Massachusetts con una inversión de 200 millones de dólares, se vería obligado a detener su labor científica.
Por su parte, el Observatorio de Rayos Gamma, de alta medición a la radicación electromagnética de Cherenkov y que lleva apenas cuatro años funcionando con 100 tanques, tendría que detener sus avances en el estudio de la emisión rayos gamma de alta energía en el planeta, entre muchos otros proyectos.