Si te diste una vuelta por las redes sociales en los últimos días, seguro notaste que el huachicol y los huachicoleros son las palabras de moda. El robo de gasolina —casi tan sagrada como el “bendito maíz”—, extracción de combustibles, corrupción, Pemex y el Gobierno están metidos en esta tremenda novela que genera más tuits groseros por minuto que la Selección Mexicana jugando contra Chile.
La verdad es que en las últimas semanas se agitó el avispero. Así como la impunidad era el sello de la casa de las administraciones anteriores, ahora llegó la polémica. Con los primeros pasos de la 4T en la lucha contra el huachicoleo aparecieron los sorpresivos arrestos, las pérdidas de permisos y, por una posible falla en la planeación, un desabasto que tiene moviéndose en Dodge —patas— a los habitantes de varios estados del país.
¿Porqué se llama así? ¿Cuánto nos cuesta? ¿Cómo lo van a combatir? ¿Los huachicoleros sí existen o son nuestros papás? ¿Es la nueva técnica de marketing?
Marketing brgas pic.twitter.com/Q6pm2Ptd7Z
— Hombre de Metal 🔥👹🔥 (@Metalheadlml) 7 de enero de 2019
Échate un clavado al Face y verás teorías de conspiración, nacionalismos y cientos de trinches y antorchas digitales listas para levantarse con mayúsculas ante la primera opinión contraria. Como servicio a la comunidad y para hacer más entretenidas las gritizas digitales que luego nos tenemos que chutar, mejor te contamos todo lo que necesitas saber sobre el nuevo tema de interés nacional: el huachicoleo.
No se sabe exactamente por qué se llama huachicol, pero tiene que ver con el alcohol
La palabra huachicol es bastantita más vieja que el delito de darle baje a Pemex. Técnicamente, proviene de un término maya waach que sirve para describir a los foráneos. De acuerdo a El País, ese término se terminó acomodando en huache para que fuera más sencilla su escritura y se modificó para también usarse como sinónimo de falso o de mala calidad. Y en muy pocas palabras, así se le dice a la práctica de robar combustible.
Ahí surgió una bebida llamada huachicol que es un tequila con alcohol de caña. O sea, una bebida adulterada, de peor calidad, más barata, pero que pasa como si fuera la buena.
La periodista Ana Lilia Pérez le explicaba a Verne que esa forma de combinar alcoholes se parece a la forma en la que trabajan primeros ladrones de combustible, pues le sacaban gasolina y le rellenaban con agua para que les rindiera más a la venta. “El término se originó de la sustracción de las pipas, pero se ha generalizado, ahora se usa para describir la doble facturación (en la compra/venta de gasolina) y las tomas clandestinas, que también se le conoce como ordeña”, explicó.
Sale bien pin¢#3 caro
La bronca del huachicoleo en México ya tiene rato; algunos especialistas mencionan décadas y Pemex reportó el primer caso hace 19 años. Si quisiéramos hacer un compilado histórico de todo lo que se ha perdido en robo de combustible implicaría tener información confiable y sobre todo alguna base de datos bien organizada desde los orígenes del problema y pues #México. Entonces, nos tenemos que conformar con las aproximaciones que tenemos en estas fechas.
‘El robo de combustible no sólo es el Huachicoleo, hay indicios de que también hay robo al interior de Pemex y en las refinerías’, asegura @lopezobrador_ quien dice que al año esto significa pérdidas entre 60 mil y 80 mil millones de pesos.
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) 17 de diciembre de 2018
En mayo de 2017 —antes de que hiciera matemáticas en servilletas—, el exsecretario de Hacienda, José Antonio Meade le explicaba a CNN que México perdía entre 15 mil y 20 mil millones de pesos al año. O sea, cerca de mil millones de dólares. Ouch.
Lo malo es que si en esas épocas la cosa estaba mal, en estos últimos dos años, el huachicoleo se ha salido con la suya. En 2018, México perdería cerca de 35 mil millones de pesos por robo de combustible. Y no nos estamos inventando la cifra, esa aproximación la dio el propio director —ex— general de Pemex en noviembre pasado.
De encima es malo para el medio ambiente
Para no hacerles el cuento largo, la derrama y escape de combustibles le hace bastante daño al medio ambiente. En un documento del Conacyt, explican que la combustión de hidrocarburos aumenta los gases invernadero y nos suelta una combinación de derivados de azufre, para acabarla de amolar.
El robo de combustible pone en riesgo la vida de familias y daña el medio ambiente. Denuncia al 01800-228-9660https://t.co/qacC4Rxz0B
— Petróleos Mexicanos (@Pemex) 29 de junio de 2016
Un derrame de combustible o de gas, cambia las propiedades del suelo y le impide retener agua y nutrientes como normalmente lo haría. Es más, el doctor José Víctor Tamariz Flores, experto en Ciencias Ambientales de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla explicaba que pueden pasar más de 25 años para que el suelo recupere sus cualidades naturales.
¿Qué pasará?
Lo bueno: como parte primordial del inicio de su administración, Andrés Manuel López Obrador prometió irse con todo contra el huachicoleo. El presidente presentó un plan a nivel nacional para detener estos robos en el que intervienen casi 15 dependencias. En estas primeras semanas ya hubo notorias detenciones e investigaciones. Ya le quitaron el permiso a más de 100 distribuidores que usaban gasolina ilegal.
Lo malo: la idea de López Obrador llegó a cambiar hasta la forma de transportar gasolina a los estados. Ahí, les falló la planeación y al cerrar los ductos —y llevarse todo en pipas— dejó a 6 estados sin combustible. Las filas están eternas y la escasez le ha abierto la puerta a… el mercado negro de combustibles.
Desabasto de gasolina provoca largas filas de autos en varios estados https://t.co/n8b8xwuqOC pic.twitter.com/YZdfDAd4CR
— Noticieros Televisa (@NTelevisa_com) 7 de enero de 2019
De mientras, en lo que estas medidas se aclimatan o aparece un nuevo tema en la agenda nacional, acá te contamos un poco más de la situación actual de huachicoleo en México. Ya sabes, para que tus tuitazos tengan un poquito más de punch.