En España, recientemente hospitalizaron a un niño por adicción a un videojuego, con lo que se convierte en el primer caso de todo el mundo. Sí, tuvieron que ingresar al menor de edad a un hospital de Castellón por un uso abusivo del videojuego Fortnite, quien llegó ha estar conectado hasta 20 horas diarias.
El niño que tenía una adicción a un videojuego
De acuerdo con información de EFE, el psiquiatra que atendió a este niño por adicción al videojuego Fortnite, llegó a jugar poco más de 10 horas al día, por lo que recomendó a todos los padres limitar el tiempo que pasan sus hijos jugando, así como que los más chicos de plano no tenga contacto con consolas u otros dispositivos “por una cuestión de desarrollo”.
Así es, el doctor Matías Real, psiquiatra del programa de atención mental infanto-juvenil del Hospital Provincial de Castellón, y uno de los que atendió al niño con la adicción al videojuego, aseguró que no había hasta ahora ningún caso publicado sobre una hospitalización para desintoxicarse por jugar videojuegos.
¿Cuál era el caso de este menor adicto a Fortnite?
El caso era de un menor adolescente que con el paso de los días fue aumentando el tiempo que pasaba utilizando el videojuego y abandonando, a la vez, otras actividades de su vida diaria; desde relaciones sociales, hasta su higiene personal, o incluso comer.
Sin embargo, según el experto médico, lo que lo llevó a jugar más fue “un malestar emocional intenso”, por lo que intentaba evitar enfrentar la realidad que estaba cruzando, pasando cada vez más horas frente al videojuego. “Cuando el problema era muy grande, llegaba a jugar 18 o 20 horas con dedicación exclusiva”, dijo Matías Real.
Por todo esto, los médicos decidieron intervenirlo como si se tratara de una adicción a una sustancia; programaron su ingreso al hospital para realizar una especie de desintoxicación, aislarlo de su entorno, del videojuego, e irlo reincorporando a sus actividades, al contacto con su familia, con su entorno para que pudiera regresar a su casa, a la habitación donde pasaba horas jugando.
Así pasó ocho meses hasta que los médicos decidieron darlo de alta, dejando el tratamiento terapéutico para que regresara a sus actividades, e incluso, a jugar videojuegos, aunque con limitaciones y condiciones.
*Con información de EFE