En India ya se habla de casos de mucormicosis o el llamado hongo negro en medio de la situación crítica que vive el sistema de salud por la nueva ola de COVID-19. Esta infección también ha llamado la atención de medios internacionales y la población civil, pero antes de caer en pánico o pensar que es una consecuencia del coronavirus, vale revisar en qué consiste.
De hecho en nuestro país hay info acerca de un posible caso de mucormicosis —aún no confirmado en el Estado de México— y esto ha detonado que muchas personas pidan más información sobre el hongo negro.
Antes, Hugo López-Gatell salió a explicar (el 10 de mayo pasado) qué es la mucormicosis, por qué surge el hongo negro y cómo afecta al organismo humano.
¿Qué es la mucormicosis o el hongo negro?
De acuerdo con la Secretaría de Salud, la mucormicosis es causada por hongos que están en el aire, la tierra y son conocidos como “oportunistas” relacionados comúnmente con materia orgánica en descomposición.
Ahora bien, la infección por hongo negro (mucormicosis) afecta a los pacientes con inmunosupresión grave y suele tener un avance rápido que incluso puede destruir el tejido humano.
¿Quienes la padecen?
¿Todos y todas podemos sufrir de mucormicosis? La Secretaría de Salud ha hecho especial énfasis en estar alerta con los y las pacientes con inmunosupresión grave.
“El hongo o la enfermedad causada por estos hongos se llama mucormicosis y pertenece a un grupo de hongos que existen en el ambiente, que están en circulación continúa en el aire, en la tierra, en cualquier lugar y no nos pasa a nadie a menos que tengamos inmunosupresión grave, este tipo de infecciones existen en México, han existido siempre por muchos años igual que existen en cualquier país.
Y afectan de manera casi exclusiva a personas que tienen inmunosupresión grave, que tienen las defensas muy, muy bajas”.
Aquí la explicación de López-Gatell —quien de paso ejemplificó que el hongo negro afecta a pacientes con las defensas súper bajas y están sometidas a quimioterapia, de manera particular a pacientes que padecen cánceres sanguíneos como linfomas o leucemias.
Así que si no hay una inmunosupresión avanzada o grave, es difícil que el hongo negro cause un daño a las personas.
¿Qué tiene que ver con el hongo negro con el COVID-19?
“Algunas personas seguramente reciben medicamentos esteroides, derivados de la cortizona, y como ocurre en México también, sobre todo en consultas privadas, se les dan dosis excesivas de estos medicamentos”.
López-Gatell explicó que en India se ha elevado el número de casos por hongo negro debido al consumo de medicamentos con esteroides.
Allá en India algunos médicos recurrieron al uso de esteroides para el COVID-19 —esto lo hicieron como el último recurso para hacer frente a la crisis sanitaria, pero ha sido contraproducente.
¿Por qué? Aunque los esteroides ayudan a reducir la inflamación de los pulmones, también reducen la inmunidad. Y si esto se agrega a pacientes con cáncer o diabetes la situación se pone peor —en las personas diabéticas los esteroides aumentan el nivel de azúcar en la sangre.
Entonces, no es que el hongo negro sea una infección producida por el COVID-19, sino que esta infección aparece en pacientes que tienen una inmunosupresión avanzada.
“El sistema de defensas del cuerpo se apaga y este tipo de organismos oportunistas afectan y pueden dar este tipo de afectaciones”.
¿Cuáles son los síntomas?, ¿es contagioso?
Los o las pacientes suelen tener los ojos hinchados, los párpados caídos, una visión borrosa, congestión nasal o su piel también puede presentar manchas negras y en India, a finales de mayo, se contabilizaron nueve mil casos.
También es justo decir que el hongo negro no es una enfermedad contagiosa. Va de nuevo: se presenta en pacientes con las defensas bajas muy bajas —y este bajón en las defensas es en principio causado por otras enfermedades como el cáncer o la diabetes.
El subsecretario de Salud concluyó en su explicación que el hongo negro no representa un riesgo a nivel mundial —de hecho, es considerado como una infección rara.
“Esto no tiene la menor importancia, es muy triste que una persona lo padezca, pero no es algo que va a empezar a aumentar”.