El día de hoy se llevan a cabo los comicios electorales para presidente, tres vicepresidentes, 298 corporaciones, 128 miembros del parlamento nacional y 20 del Parlamento Centroamericano en Honduras.
Se trata de una de las elecciones más vigiladas por instituciones internacionales en la historia latinoamericana. No es para menos. En enero de 2006, Manuel Zelaya resultó tiunfador en la últimas elecciones democráticas celebradas en el país. De inmediato, Zelaya comenzó un conjunto de acciones que ponían a Honduras en el curso de la llamada “revolución bolivariana” de Hugo Chávez y que le volvían miembro del tratado comercial denominado Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). A su vez, comenzó una campaña política que buscaba crear una nueva constitución. Bajo el pretexto de la prevención de un desastre económico y político, la oposición de derecha, intelectuales, la iglesia, miembros de la judicatura e incluso miembro de su propio partido orquestaron, con el ejército como medio, un golpe de Estado en 2009 que destituyó a Zelaya y le sustituyó con Roberto Micheletti.
La medida recibió una severa crítica internacional y le valió a Honduras ser expulsada de la organización de Estados Americanos hasta 2011. La OEA exigía la reintegración del Zelaya a la jefatra del ejecutivo hondureño y sanciones para los golpistas. No obstante, la nueva administración se resistió a abdicar y se mantuvo en el poder hasta las elecciones del mismo 2009.
Aquellos comicios se celebraron, no obstante, bajo un clima turbio en cuanto a libertades. El congreso emitió un decreto de suspensión de garantías constitucionales y evitó la participación de observadores internacionales.
El día de hoy, por el contrario, una vez reintegrada a la OEA y bajo presión de tratados internacionales, Honduras celebra unos comicios aparentemente blindados. 8 candidatos fueron admitidos para participar como aspirantes presidenciales. Son, sin embargo, 2 los líderes indiscutibles de las encuestas.
Por un lado, Xiomara Castro, esposa de Zelaya, y candidata del Partido Liberal, presenta una propuesta política apenas más moderada que la que su marido intentara comandar. Por su parte, el candidato del Partido Nacional, Juan Orlando Hernández, busca afianzar mecanismos legislativos que eviten a Honduras regresar a rumbo bolivariano. Las encuestas declaran un empate técnico.
Honduras es uno de los países con mayor índice de violencia en el mundo. El índice de homicidios supera los 90 por cada 100 mil habitantes según la ONU. La violencia política, particularmente, aumentó de manera alarmante conforme la elecciones se acercaban. Así mismo, según Kintto Lucas, del Observatorio Lationamericano de Medios del Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina, advirtió que en este tiempo,
“la mayoría de los medios de comunicación de Honduras se han convertido en los principales actores políticos de derecha e iniciaron una campaña contra Libre anunciando que estaría preparando actos violentos para desconocer los resultados”
El Tribunal Supremo Electoral anunció que los resultados electorales no serán dados a conocer este mismo domingo y que serían publicados hasta tener el conteo total de los votos.
