“Siento que ahora somos un país de mujeres”, dijo Stanislava, una fotógrafa de 33 años, al New York Times. “Estuve buscando amigos que me ayudaran a mover mis muebles y me di cuenta que prácticamente todos se habían ido”. En el corazón de Moscú, en las reuniones, en las fiestas, en las comidas y en los restaurantes, están desapareciendo los hombres.

Consecuencias inesperadas del conflicto armado en Rusia.

Foto: Getty Images

Aunque, claro, los hombres no desaparecieron por arte de magia y tampoco desaparecieron por completo —después de todo, estamos hablando de Moscú, una ciudad con 12 millones de habitantes—, pero la situación comienza a ser preocupante.

Los cálculos oficiales recientes dicen que miles de hombres rusos han huido de la guerra en las últimas semanas. Las oficinas gubernamentales de Georgia contaron 53 mil rusos entrando a sus fronteras, Finlandia dijo que a ellos les llegaron otros 43 mil e incluso Mongolia dijo que tenían 3 mil hombres refugiados en su país.

Kazajistán, uno de los países más cercanos a Moscú, dijo que ellos recibieron a 200 mil hombres rusos huyendo en los últimos días.

Solo con las cuentas oficiales, de algunos países vecinos, podemos calcular que más de 300 mil hombres han huido de Rusia en las semanas recientes. Si queremos medirle a lo preocupante que es esto, eso equivale a llenar, hasta el tope, 8 veces el Estadio Azul.

Y no crean que huyen nomás porque sí.

Foto: Ukraine_Biz_Mag

“Tengo 26 años”, le decía Vsevolod a la Associated Press. Pidió mantenerse anónimo después de un viaje de 4 horas para huir de Moscú. “No quiero regresar a mi casa en un ataúd o mancharme las manos con la sangre de alguien más por la guerra”.

Con los avances preocupantes del conflicto armando entre Rusia y Ucrania, los hombres son los primeros obligados a tomar las armas.

Desde finales de septiembre, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, avisó públicamente que cerca de 300 mil hombres —de las reservas o quienes hayan cumplido con el servicio militar obligatorio— serían llamados a la guerra. Se estima que hay más o menos 26 millones de rusos que cumplen en esas condiciones. Si lo pensamos fríamente no son tantos, pero nadie quiere jugar con esas probabilidades.

Foto: Getty Images.

La mayoría huyó antes de que el aviso de reclutamiento pudiera llegar. Bueno… los que podían hacerlo, claro.

Un reportaje reciente del New York Times reveló que las zonas más fresonas de Moscú, donde trabajan los hombres jóvenes con suficiente dinero como para escapar o como para tener pasaporte, lucen prácticamente abandonadas.

Aunque una gran parte han huido de la ciudad, otros —que no tuvieron esas posibilidades— evitan salir completamente de sus casas. “En las cuatro salidas del Metro estaban las autoridades revisando documentos”, le contó Olya, una gerente de peluquería, a las corresponsales del New York Times.

Y eso ha golpeado la vida económica de la ciudad en Rusia, que, hasta el momento, no había visto muchas consecuencias del conflicto armado en la frontera con Ucrania.

Una mujer caminando en las calles de Moscú durante la pandemia de COVID // Foto: iStock

Las peluquerías han perdido a más de la mitad de sus clientes y la mitad de sus peluqueros. Las cuentas en los restaurantes disminuyeron en una tercera parte. Un curioso reportaje local contaba que los bares de strippers habían cerrado completamente porque no tenían clientes y tampoco tenían guardias de seguridad.

Aunque todavía quedan hombres de Moscú, la mayoría está desapareciendo.

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Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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