Pocas cosas son tan molestas como tener que llevar un problema que se puede solucionar al instante y personalmente, a una corte.
Así le ocurrió a Faris Quayum de 24 años, un estudiante de medicina de Derbyshire en el Reino Unido. Este joven vendió unos audífonos por eBay en 140 libras, pero el servicio postal los perdió.
Después de un rato, el comprador le avisó a Quayum que nunca habían llegado los audífonos. A esto, el estudiante ofreció un reembolso 3 o 4 veces, según él, y el comprador lo rechazó.
Parece que todo pudo haber terminado ahí… Pero no fue así.
Después de dos meses, dos policías llegaron a su casa y comenzó un proceso de 7 semanas en el que acusaron a Quayum de fraude y su carrera de medicina se puso en riesgo.
La policía tomó su celular y computadora y lo interrogaron durante ocho horas con el objetivo de que Quayum reconociera que simplemente tomó el dinero que se le envió y jamás mandó los audífonos. Quayum negó todo.
Tras la primera vez que se presentó ante la corte, las personas que acusaron de fraude a Quayum reconocieron que no era un asunto criminal, sino uno civil.
Ahora, Quayum, quien estuvo a punto de perder su carrera de medicina y gastó mil quinientas libras en el proceso, está demandando a la policía por hacerlo perder tiempo y recursos del gobierno.
Cómo hay gente que le gusta solucionar los problemas de la manera más complicada…