Hay personas a las que el coco no les patina muy bien que digamos, individuos que son capaces de hacer las cosas más incomprensibles sin importar que con ello pongan en peligro su vida.
¿Qué puede llevar a un hombre a meterse en la fosa de los leones de un zoológico?
Eso fue lo que ayer se preguntaron varios visitantes al zoológico de Barcelona, quienes atónitos vieron cómo un hombre vestido con uniforme militar de camuflaje se escabulló hasta el recinto designado para los leones y entró sin precaución alguna.
A los pocos segundos una leona se percató de su presencia y le saltó encima. Aquí un video grabado por uno de los turistas:
Inmediatamente, personal del zoológico, agentes de policía y bomberos se dieron a la tarea de rescatar al suicida. En un principio intentaron liberarlo rociando chorros de agua sobre las dos leonas y el león que intentaban llevárselo al túnel de servicio.
Veinte minutos después lograron sacarlo y un equipo de los Servicios de Emergencias Médicas de la ciudad le brindaron los primeros auxilios y lo trasladaron al Hopital Vall d’Hebron, donde es reportado como grave.
Y al parecer tuvo suerte, pues los leones en realidad no tenían intención de matarlo. Así lo afirmó Ignasi Armengol, director de Barcelona Serveis Municipals:
“La intención no era matarlo, se han puesto a jugar con él”
Lo malo es que para los leones, los juegos muchas veces consisten en dar zarpazos y mordiscos, por lo que el intruso recibió heridas múltiples en todo el cuerpo. Varios testigos interrogados por medios españoles señalaron que vieron al hombre “con la lengua colgando”. Lo que sea que eso quiera decir, no suena nada bien.
Hasta salió en las noticias:
Este hombre tiene 45 años y fue identificado como “Justo”. Si bien las causas de esta locura aún son un misterio, este mismo sujeto se colgó hace dos semanas de La Pedrera, un edificio modernista obra del arquitecto Antoni Gaudí, exhibiendo banderas que comparaban al nazismo con el aborto, además de haber quemado una bandera de Catalunya.
¿Suicida, loco, imprudente… o nomás quería ser popular?
Esta historia nos recordó la historia de otros leones en Barcelona, aunque a ellos no les fue tan bien: