Que asco. Recientemente un medio turco reportó un caso de intento de homicidio con COVID, sucedido en la ciudad de Adana, en la provincia del mismo nombre. Resulta que un hombre intentó matar a su jefe poniendo saliva de un paciente con COVID en su bebida, pero no le salió.
¿Por qué o qué? De acuerdo con el medio local Hürriyet, Ramazan C. es un vendedor de automóviles en Turquía que recibió un poco más de 600 mil pesos mexicanos de ganancias para llevarlos a la oficina donde trabajaba. El asunto es que tenía una deuda con altísimos intereses que tenía que pagar y decidió dar ese dinero para pagar, por lo que se fugó.
Lógicamente el jefe se comunicó con él para pedirle el dinero y se enteró que su dinero estaba en manos del cobrador y que además el empleado había intentado matarlo.
Otro trabajador le contó que el ahora prófugo había comprado saliva contaminada de un paciente con COVID por alrededor de mil 400 pesos y lo puso en su bebida antes de robarse el dinero para que enfermara y muriera.
Por obra y gracia del destino el jefe no bebió nada pero ahora teme por él y por su familia.
Comenzaron las amenazas
Y es que el asunto no se quedó en eso. Resulta que después de que el jefe se enteró este extraño intento de homicidio, el ex empleado Ramazán le mandó mensajes al jefe afirmando que si el COVID no lo mató, entonces lo haría él mismo. Incluso habla de su familia.
Al parecer el delincuente enfureció luego de que la prensa viralizara el caso.
“Preferiría que me matara en lugar de intentar infectarme con el virus. Mi madre y mi padre tienen una enfermedad crónica. Si me contagió con COVID-19, podría haber infectado a mi familia y a los que me rodean. Al menos si me disparara en la cabeza, yo sería el único en morir. No hay necesidad de ser tan malvado “, declaró el jefe.
Por el momento la policía de Turquía ya busca al criminal y mandó protección a la familia.