Una de esas historias que si no supiéramos que son reales, jamás creeríamos. A finales de noviembre pasado unas personas que se iban a mudar a una casa en la ciudad de Valladolid, en España, se encontraron con el cadáver momificado de un hombre.
Después de que los forenses hicieron los estudios pertinentes, determinaron que llevaba casi 5 años muerto. Pero ¿por qué nadie lo notó? Bueno pues pagaba todos los meses la renta sin falta.
¿Cómo?
¿Cómo pasó esto?
Antonio Tórrala era un hombre que en este año cumpliría 64 años y era oficinista. Vivía en un departamento que rentaba en el número 22 de la calle Bailarín Vicente Escudero de la ciudad de Valladolid, en España.
Antonio llegó a esa casa en 2003 y se llevaba bien con todos. A pesar de que los vecinos lo dejaron de ver hace algunos años, nadie preguntó nada porque la casera mes con mes recibía el pago de la renta, sin falta.
La cosa es que un día llegaron unas personas a vivir a ese lugar y notaron todo cerrado, sin movimiento, sin nada. Resulta que Antonio llevaba 5 años muerto dentro de su departamento pero como tenía el pago de la renta domiciliado a su cuenta del banco, el dinero se depositó a la casera cada mes sin falta.
Nadie se iba a dar cuenta que ya no estaba vivo hasta que eventualmente el dinero se acabara.
Un domingo por la mañana la propietaria que rentaba el edificio recibió una llamada de la Policía Nacional para informarle que habían encontrado el cuerpo de un inquilino dentro.
“Pagaba todos los meses la renta, ya que tenía una orden de transferencia permanente en la cuenta del banco. El teléfono lo tenía activo, aunque respondía el contestador. No somos de preguntar más si todo está en regla. ¡Pero quién iba a imaginar que levaba tanto tiempo muerto”.
La cosa es que desde hace años habían pensando en demoler el edificio pero la casera solo estaba aguantando por Antonio. De acuerdo con medios locales, la policía Nacional de España inmediatamente buscó al hermano de Antonio para entregarle el cuerpo.