Oh, CDMX, maravillosa ciudad en la que todo puede ir en un bolillo y las quesadillas pueden o no llevar queso. Ciudad de transporte mágico, donde cada microbusero es un Toretto en potencia, y donde los Pípilas modernos no se cubren la espalda con losas, sino con bocinas desde las que suenan a todo volumen los éxitos del momento.
Ciudad en la que, como por arte de magia, cuando sus ciudadanos entran al metro, regresan a etapas prehistóricas.
Y es que parece que desde que ponen un pie en cualquier estación, cualquier sentido de decencia desaparece, y no sólo eso, sino que, a pesar de las múltiples señalizaciones que existen, a la gente se le olvida cómo leer.
Un caso en particular y ampliamente conocido es que la línea amarilla en el andén, por seguridad, no se debe rebasar, o pasan cosas como esta.
Un usuario de la Línea 8 del STC Metro, que va de Garibaldi a Constitución de 1917, resultó lesionado como consecuencia de ser impactado por el convoy. De acuerdo con Reforma, esto sucedió cuando el señor de 54 años esperaba el tren, pero adelante de la línea amarilla.
Cuando el Metro llegó a la estación, a su paso golpeó al señor en la cadera; usuarios que vieron lo que ocurrió tocaron la alarma y dieron aviso a los policías que se encontraban en la estación.
Los policías acompañaron al sujeto hasta que llegaron paramédicos de Protección Civil a atenderlo. Afortunadamente, el hombre sólo presentaba dolor por el fuerte golpe.
A pesar de los múltiples avisos al respecto, las autoridades tuvieron que recomendar a los usuarios, ooootra vez, respetar las medidas de seguridad y así evitar futuros accidentes,
