Y las autoridades gastando más dinero en la contratación de elementos policiacos, cuando lo efectivo son los animales delatores.
Al igual que varios borrachines, la madrugada del sábado un hombre que conducía bajo los influjos del alcohol por las vialidades del Ajusco fue remitido al despreciado “Torito”, esto luego de reprobar la prueba del alcoholímetro que las autoridades hacen en sus puntos de revisión.
Sin embargo, momentos antes de soplarle al aparatito detector de “pedernales”, una pequeña vocecita alertó a los policías que el hombre al volante había estado ingiriendo sus buenos alcoholes… nada menos que un perico que gritaba desde el interior del automóvil “¡está borracho, está borracho!”
Así que las autoridades no hicieron más que corroborar las acusaciones del plumífero delator, y el sujeto identificado como Guillermo Yamil Reyes Torres dio positivo en la prueba de alcoholemia con 0.88 miligramos por litro de aire expirado.
Reyes Torres fue trasladado al Centro de Sanciones Administrativas, más conocido como “Torito”, solicitando se le aplicara el mismo castigo al perico por andar de chismoso… en realidad pidió llevarlo consigo ya que se lo separaban de él, el emplumado podría morir.
Más tarde acudieron los familiares del etílico conductor para sacar a la amada y delatora mascota del injustificado encierro, mientras que Guillermo Yamil de 49 años cumplió su condena.
Autoridades capitalinas están pensando seriamente que por reglamento todos los conductores tengan que colocar un perico en el interior de sus vehículos… también sería buena idea darle uno a cada político y que lo entreguen al finalizar sus funciones, serían más confiables que sus declaraciones patrimoniales.