Qué fácil es que una figura pública se gane la descalificación de miles de personas en tan sólo un par de horas.
Fuertes críticas ha recibido este lunes el diputado francés Gilles Bourdouleix, quien en vez de “contar hasta 10” luego de ser acusado de racismo, explotó contra un grupo de gitanos instalados en un territorio municipal y se quejó de que Hitler no haya acabado con suficientes de ellos.
“Quizá Hitler no mató suficientes”, señaló el miembro de la Unión de Demócratas e Independientes y también alcalde de la ciudad de Cholet, que es donde alrededor de 150 caravanas de gitanos se habían instalado.
Bourdouleix hizo el desafortunado comentario justo cuando intentaba negociar para que abandonaran los predios ocupados, pero comenzó su enojo al ser recibido con el saludo nazi, de acuerdo al diario local Le Courrier de l’Ouest.
Obviamente el político niega todo y señala que se ha emprendido una campaña en su contra (¿dónde hemos escuchado eso?). Además asegura que acusará al diario por “difamación y por atentar en contra de su imagen”, ya que señala que sus declaraciones fueron sacadas de contexto. Lo que él quiso decir es que “si el responsable político de turno se tratara de Hitler, ejecutaría allí mismo a los gitanos”, mientras que él no tenía intención de hacerlo.
En lo que se aclara el asunto la Liga de Derechos Humanos del departamento de Maine-et-Loire puso entonces una denuncia contra el alcalde por las declaraciones.