¿Se sienten viejos cuando se agachan y ya no se pueden levantar tan fácil? La historia de este gato les va a sorprender… Charly Briggs es una mujer que vive en la ciudad de Turner, condado de Marion en el estado de Oregón, en Estados Unidos.
Un buen día, platicando con sus amigos, se enteró que su gato Samm podría aspirar a un récord Guinness por ser el gato vivo más viejo del mundo.
La historia de Samm
Cuando el gato era chiquito vivía en la calle y así logró sobrevivir hasta el 2002 cuando Charly lo encontró en un callejón de la ciudad de Memphis, en Tenesssee. El gato fue adoptado y recibió el nombre de Samm para luego mudarse con su nueva dueña a Turner.
Un día Charly estaba platicando con sus amigos y les contó que su gato tenía 26 años y que contrario a lo que se esperaba por su edad, el gato podía caminar y comer a la perfección, lo único que le falla es la vista de un ojo.
Sus amigos le dijeron que la edad de Samm era significativa y que intentara contactar a la gente de los récords Guinness para ver si el gato era el animal de su especie más viejo del mundo.
Cuando preguntó, resulta que el gato vivo más viejo registrado hasta el momento tiene 24 años por lo que ahora están en el papeleo para verificar la edad del gato. El veterinario ya confirmó que Samm tiene en verdad 26 años y que goza de una perfecta salud a pesar de lo viejito para su especie.
Pero Samm no es el gato más viejo que se ha registrado en el mundo. De acuerdo con el registro Guinness, el gato más viejo registrado en la historia fue Creme Puff, un gato originario de Austin en Estados Unidos y que falleció con la edad de 38 años y 3 días el 6 de agosto de 2005.
