No tiene muchos días que una estatua de Medusa, hecha por el escultor argentino Luciano Garbati, se colocó en Manhattan, precisamente frente a los tribunales de Nueva York, donde el empresario Harvey Weinstein recibió una sentencia de 23 años de prisión por violación y otros delitos. Sin embargo… ¿cuál es la historia de este personaje griego y por qué la asocian al movimiento #MeToo?
La historia de Medusa
De acuerdo con la “Metamorfosis” de Ovidio, ella era una de las tres gorgonas, deidades protectoras para unos o monstruos femeninos para otros. Sí, eran Medusa, Esteno y Euríale, hijas de Forcis y Ceto. De éstas, se dice que la más bella era Medusa, además de ser la única mortal.
De acuerdo con la mitología griega, Medusa rechazó a Poseidón, dios de los mares y terremotos, por lo que éste abusó sexualmente de ella en el templo de Atenea.
Algunas versiones apuntan que Atenea maldijo a Medusa convirtiendo su cabello en serpientes, aunque otras señalan que en realidad la transformó así para que ningún hombre pudiera volver a tocarla. Aunque, al final, también quedó embarazada de Poseidón.
Después de que Perseo, un héroe ayudado por dioses, le cortara la cabeza mientras ella estaba dormida, mete ésta en un jarrón y nace Pegaso producto de su embarazo.
Símbolo del movimiento #MeToo
Con esta historia de la mitología griega, Medusa se ha visto más como un monstruo, una villana, aunque ella siempre fue víctima de los demás, como de Poseidón o Perseo. Por esta razón, el movimiento #MeToo, con mujeres que luchan en contra de acosadores y abusadores, han tomado su figura como un símbolo de representación.
“Medusa con la cabeza de Perseo” es una obra de Luciano Garbati, quien se inspiró en la historia griega, tal y como la relató el poeta romano Ovidio en “Metamorfosis”.