Según una tesis norteamericana los hispanos presentan un resultado más bajo que los asiáticos, en pruebas de inteligencia por lo que, al viejo estilo de la selección natural, habría que aplicarle dichas pruebas a los migrantes para que los más listos entren a Estados Unidos
La polémica se dio la semana pasada, cuando la Fundación Heritage presentó un informe en el que el que se calculaban los 6 millones de millones de dólares (trillones) que perdería Estados Unidos, de aprobarse la reforma migratoria.
“IQ and Immigration Policy” es una tesis doctoral escrita por Jason Richwine y presentada en la Universidad de Harvard, en la que asevera que algunos grupos como los hispanos o los negros tienen un cociente intelectual, CI, más bajo que los asiáticos o los blancos, fue revisada y aprobada por tres catedráticos de prestigio de la Universidad de Harvard: George Borjas, Christopher Jenks y Richard Zeckhauser.
“El indicador conocido como coeficiente intelectual (CI) puede estimar de manera confiable la inteligencia. El CI promedio de los inmigrantes en los EE UU es considerablemente más bajo que el de la población nativa de raza blanca. Esta diferencia es probable que persista durante varias generaciones. Las consecuencias son la falta de asimilación socioeconómica entre los inmigrantes de bajo coeficiente intelectual, conductas de clase baja, menor confianza social y un aumento en trabajadores no cualificados en el mercado laboral estadounidense. La selección de los inmigrantes de alto coeficiente intelectual podría mejorar estos problemas en Estados Unidos al mismo tiempo que beneficiaría a los potenciales inmigrantes que son más inteligentes pero que carecen de acceso a la educación en sus países de origen”, expresa en la tesis.
En su última aparición pública, el autor negó ser racista y sólo reconoció haber pecado de cierta ingenuidad al no haber tomado en cuenta cómo iba a reaccionar un público no especializado ante su investigación. Al difundirse su material de investigación Jason Richwine, presentó la renuncia a su cargo de analista en políticas públicas en dicha Fundación y se dio a la fuga.
Por su parte, científicos de la Universidad Western de Canadá y el Museo de Ciencia de Londres afirman que el coeficiente intelectual esun parámetro obsoleto para establecer el nivel de inteligencia real de una persona, porque no considera”la compleja naturaleza del intelecto humano con todos sus distintos componentes”.
El término hispano o latino es un concepto inventado en Estados Unidos, ni siquiera limita una población lo utiliza la Oficina del Censo para referirse a “una persona de origen cubano, mexicano, puertorriqueño, centro o sudamericano o de otra cultura u origen español”. Según esta tesis, los hispanos serían considerados como una raza inferior intelectualmente, que en este caso es exterminada simbólicamente al cerrarle las fronteras. Además, es necesario considerar que las pruebas de inteligencia para medir el Coeficiente Intelectual (IQ), fueron creadas hace 108 años originalmente para niños con dificultad de aprendizaje, no como parámetros para medir la inteligencia.
Jason Richwine,obtuvo su doctorado en política pública, lo cual lo desacredita en temas de genética y neurosiquiatría. Richwine responsabiliza el bajo CI de los latinos a la genética, además afirma que los latinos de bajo CI son quienes se asentaron en Estados Unidos, mientras aquellos con mayor CI permanecieron en sus países de origen, debido a que tienen mejor empleo y prospecto financiero.
Para refutar esta tesis, podemos considerar el estudio publicado en la revista Psychological Science, en la que se realizaron pruebas con 16,000 individuos, en el que se descubrió que “los menores niveles de inteligencia en la infancia pronostican la presencia de mayor racismo en la edad adulta”, los adultos que son racistas, no salían muy bien en los test de inteligencia cuando eran niños.
Lo que si es un hecho es que el número de latinos en Norteamérica, diluye gradualmente al supremacismo racista blanco.
