Como todos los años, las personas más poderosas del planeta están reunidas del 21 al 24 de enero en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, para hablar de la brecha existente entre ricos y pobres.
Miles de los empresarios más exitosos del mundo asisten a Davos todos los años. De los 2,599 asistentes, 1,500 son presidentes de grandes compañías mundiales, y 40 son líderes mundiales; de los cuales México sumó en esta edición, 46 participantes (es el que más lleva de América Latina y Canadá). Entre los cuales destaca el equipo Pemex-Reforma Energética: Ildefonso Guajardo, Pedro Joaquín Coldwell, Emilio Lozoya. El ya muy conocido, Agustín Carstens y el ex presidente de México, Felipe Calderón.
La economía y la política mundial sufren problemas estructurales que son discutidos entre potentados que disfrutan con monóculo y champaña de los Alpes suizos, como opina el analista económico Patrick Young.
Varios de los representantes de organizaciones benéficas y gubernamentales son invitados por el foro a asistir sin pagar derecho de admisión. Para aquellos que no, la tarifa anual de membresía corporativa, tiene un costo de 673 mil dólares. Un boleto individual estándar para quien asiste al evento en Davos cuesta aproximadamente 20 mil dólares.
Ayer, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, afirmó que el peso permanecerá bajo control durante este 2015 (no sabemos a cuál peso se refiere) por la buena situación macroeconómica de México.
Carstens ha asistido a Davos con diferentes cargos desde hace años, para él:
“la importancia de estar aquí es primero hacernos presente, participar en el debate […] explicar las realidades y los avances que ha hecho México en diferentes materias y obviamente enterarnos de que va pasar, las perspectivas en las diferentes latitudes del mundo porque es muy importante estar muy bien informado”, dice.
