En algunos años el tiempo se encargará de dejarnos sin nombres de varios políticos: el retiro, la muerte, enfermedades, los irán retirando uno a uno y cuando menos cuenta nos demos, ya no estarán en nuestro radar político nombres célebres y altamente mentados.
Ahhh… pero sólo serán los nombres, porque muchos apellidos se quedan. Y para que no extrañemos, muchos de los juniors vienen con las mismas mañas o recargados. Como ejemplo, Mariana Moguel Robles… hija de la actual titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles, y que va por la candidatura a diputada local por el distrito 34 con cabecera en Tláhuac y Milpa Alta.
El detalle es que se le acusa de comprar votos… ¿con qué más?, con recursos públicos salidos de la secretaría que su madre dirige. Para acabarla de amolar, la acusación proviene de su propio partido, por parte del también aspirarte a la diputación, Rogelio Pavel García Leyte:
“Nos molesta mucho que apellidos de personas que están ocupando cargos públicos sean candidatas, y es el caso de Mariana Moguel Robles, quien sabemos se ha dedicado dilapidar los recursos de la Sedesol obsequiando estufas, láminas de cartón, bultos de cemento y tinacos para comprar el voto a su favor”.
Además de lo anterior, García Leyte acusa que varios de los militantes del PRI desean la renuncia del dirigente capitalino del partido, Mauricio López, debido a las irregularidades que se han presentado en el proceso de selección de candidatos, además de acusarlo de entregar el tricolor al Partido Verde Ecologista de México (PVEM), esto mediante convenios personales y secretos.
¿Perdurará el legado de Robles en la política mexicana?, ¿ el PRI seguirá echándole la mano al Verde para que continúe con vida, pese a que muchos de nosotros nunca nos hemos topado con alguien que haya votado por ese partido? Esperemos las respuestas sentados… igual que los priistas del DF tendrán que esperar a que su dirigente nacional, César Camacho, les haga caso…