Hoy cumplen años dos integrantes de los Monkees, el polémico grupo norteamericano, integrado con base en un casting para un programa de televisión y convertidos en estrellas pop para competir con los Beatles y los Beach Boys. Michael Nesmith cumple 71 y el fallecido Davy Jones (el mismo que provocó que David Bowie cambiara de nombre) habría llegado a los 68 el día de hoy. Juntos conquistaron los hogares estadounidenses con sus canciones y mística juvenil, sin embargo al pasar de los años, se hartaron de ello y cometieron “suicidio comercial” al tiempo que crearon una de las películas más bizarras de la historia y cambiaron para siempre la industria cinematográfica.
Head, es un tema que muy pocas veces se trató en las entrevistas posteriores con los integrantes de los Monkees. No era algo de lo que quisieran hablar. Davy Jones en particular prefería hablar de su nueva vida criando caballos de carreras, su carrera como actor de teatro o la casa que se había comprado en Florida.
Head es una película “libre”, sin una trama específica, es una secuencia de escenas sin sentido en la que los Monkees son protagonistas, un ejercicio que puede ser mezcla de cine de arte, psicodelia, comerciales de productos falsos y comedia absurda al estilo de los Three Stooges y los hermanos Marx. Es una mirada irónica y mordaz sobre la guerra de Vietnam, el negocio del entrentenimiento, la televisión y los propios Monkees. El grupo estaba decidido a cambiar su imagen de ídolos juveniles, estaban fastidiados de ser señalados como un producto sintético, sin alma, creación de laboratorio por parte de Bob Rafaelson y Bert Schneider quienes diseñaron la imagen y canciones que harían famoso a este cuarteto, los cuales a duras penas sabían tocar un instrumento (aunque después, ofendidos por las críticas, estudiaron duro y pudieron tocar medianamente sus instrumentos, tanto como para poder irse de gira junto a Jimi Hendrix).
En su momento la película fue un fracaso absoluto, tuvo reseñas verdaderamente crueles que finalmente llevaron a la desintegración de los Monkees, quienes en busca de una transformación que les diera validez acabaron autodestruyéndose. Sin embargo al pasar de los años se le ve como una película de culto. Quentin Tarantino y el flamante director Edgar Wright se declaran fans. Los propios Beatles y los Rolling Stones solicitaron proyecciones privadas para verla a sus anchas. El escritor Thomas Pynchon asistió a la premier disfrazado de plomero. DJ Shadow y el grupo Saint Etienne han utilizado en repetidas ocasiones fragmentos de la película para sus sampleos.
Sin embargo para los fans acérrimos de los Monkees es una mancha negra en su carrera (además que el grueso de ellos no pudieron verla por ser menores de edad), algo que desearían jamás hubiera existido. Esperaban ver una comedia romántica, un drama o un musical y fueron recibidos con segmentos de 20 segundos sobre los temas más disparatados durante eternos 85 minutos. El “bajista” Peter Tork dijo que comparar el fracaso del proyecto con una piedra que se hunde en un lago “es demasiado amable en comparación a lo mal que le fue a la película”. Si bien el en show de televisión de los Monkees los proyectaba como “cuatro peludos” pero aceptados por la sociedad (hasta entonces sólo se veía greñudos en televisión porque los habían arrestado), Head sólo vino a confirmar que eran igual que todos los peludos de entonces: unos rapaces drogadictos tratando de pervertir a los chavos gabachos divis tesoro.
Head fue escrita por un entonces joven actor de películas de bajo presupuesto llamado Jack Nicholson quien era amigo de Bob Rafaelson. Nicholson pasó mucho tiempo en el estudio de televisión conviviendo con los Monkees, para tratar de “agarrarles la onda” con la finalidad de crear la película planeada. Pasaron un fin de semana juntos en 1967 y entre nubes de humo de marihuana estuvieron platicando con una grabadora capturando toda su conversación. Esta cinta sería la base de la “estructura” de la película, la cual Nicholson diseñó además bajo los influjos del LSD. La película originalmente iba a llamarse Changes, pero se le cambió el nombre a Head para que en su próxima película pudieran anunciarla como “From the guys who gave you Head” lo cual es una referencia al sexo oral. No es un decir cuando se habla que Head es una película que sólo puede disfrutarse bajo el influjo de las drogas, pues claramente es una película escrita por y para fans de los psicodélicos.
El propio Nicholson aparece en la película junto a otros jóvenes actores como Dennis Hopper y Peter Fonda. También podemos ver al bigotón Frank Zappa, y al entonces campeón mundial de peso completo Sonny Liston. El soundtrack contiene algunos de los mejores temas de la carrera de los Monkees aportados por Tork y Nesmith, además de la veterana Carole King quien escribió la viajadísima “Porpoise Song”. La música incidental fue compuesta ni más ni menos que por Neil Young, Stephen Stills (quien en su momento audicionó para convertirse en un de los Monkees) y Ry Cooder.
Al final del día de los 790 mil dólares invertidos en su producción sólo recuperaron 16 mil. Ese dinero le fue suficiente a Nicholson y Rafaelson para crear su siguiente película: Easy Rider, protagonizada por los mencionados Hopper y Fonda, la cual además sería una de las primeras películas independientes de toda la industria hollywoodense, hecho que abrió un nuevo panorama para miles de jóvenes creadores que no tenían oportunidad ante el monstruo del entretenimiento cinematográfico. Esta dupla posteriormente logró grandes éxitos con Five Easy Pieces y The Postman Always Rings Twice. A partir de Head e Easy Rider nadie tuvo que volver a someterse a la censura ni los rigores de control de lo estudios de televisión ni los de Hollywood.
En la película los Monkees se encuentran recurrentemente “cautivos” dentro de una gran caja negra, escena que finalmente es una especie de metáfora y moraleja: después de Head, el grupo jamás pudo salir de esa oscura caja que los sumió en el olvido. Al igual que en la película los Monkees fueron víctimas de las circunstancias, para bien y para mal.
Contémplenla en toda su magnificencia. No la piensen mucho, sólo déjense llevar