Tal vez los reporteros oyeron mal y lo que Héctor Astudillo dijo fue “vamos a disfrutar del mole”… pues con tanto ejecutado en la entidad y las pocas ganas de revertir la situación, ¿qué más les queda?
Luego de que el Instituto para la Paz y la Economía colocara a Guerrero como la entidad menos pacífica del país, lugar que disputan varios estados pero que, por sus ocho ejecuciones registradas en menos de 24 horas la tierra de Jorge Campos tiene más que merecido, el gobernador guerrerense fue cuestionado al respecto. Evidentemente, poco le interesa el tema, ya que prefirió eludir la pregunta y recomendar la culinaria local:
“Hoy es jueves, mejor hay que disfrutar el pozole”
“Bueno, pues es que también luego los reporteros hacen preguntas rete abstractas… igual y esa era la respuesta más viable”, dirá algún lector buena onda, en su afán de no creer la indiferencia del ejecutivo sureño. Bueno fuera, la pregunta fue: “¿Qué opina de que Guerrero es el estado menos pacífico?”
Además de hacer notar a qué se debe su robusta apariencia, Astudillo remarcó la poca atención que le tiene/tendrá a los periodistas que no hablen bien sobre Guerrero. Recordemos que el lunes “agradeció” a los medios que nomás hablan mal del estado que gobierna. Ayer lo hizo nuevamente: “Gracias, gracias, les agradezco muchísimo”.
En fin, en lo que el “gober” se echa uno con cuerito y maciza (pozole), el crimen organizado se echa… pero más cristianos. Aunque las autoridades aseguran que los homicidios van a la baja, el que en las últimas 24 horas se registraran ocho ejecuciones parece demostrar lo contrario.
Bueno, quizás es que, como ya pasó la temporada vacacional, el “exitoso operativo” que hace unos días presumió Miguel Ángel Osorio Chong ya no se aplica con el rigor de aquellos días… siete de las ejecuciones han ocurrido en Acapulco.
O quizás es que, tal y como lo reconoció el gober en otra entrevista: “no es un asunto nada sencillo, es un asunto que se mueve por diferentes partes y que lo único que te puedo contestar es que todos los días se trata de establecer vigilancia en diversas zonas, pero tampoco ha sido posible y tengo que reconocerlo que se cuide cada punto en donde no se pueda evitar un delito de estos”.
Lo bueno es que “se matan entre ellos”.