Un tema tan presente durante los últimos años, que ha terminado por ser común en los medios de comunicación, pláticas de sobremesa y –en el peor de los casos- visto con indiferencia. Pero una vez conociendo el número de personas que en nuestro país se consideran como “no localizadas”, nos damos cuenta que el problema es grave.
Según cifras oficiales, provenientes del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, en nuestro país 22 mil 322 personas se encuentran en calidad de “no localizadas”, número que pertenece a los 52 mil 941 casos que desde el 2011 se han denunciado, y de los cuales 30 mil 619 han sido resueltos con la ubicación del “extraviado” o “ausente”, en la mayoría de los casos aún con vida, ya que mil 524 de los ocasiones la persona fue hallada muerta.
Como es costumbre en este tipo de problemáticas, las autoridades gustan de dividir entre el “antes” y “ahora”, remarcando que la administración pasada dejó como “herencia” una base de datos integrada por 26 mil 121 nombres, pero luego de actualizarse alcanzó los 29 mil 707 personas. Según Mariana Benítez Tiburcio, subprocuradora Jurídica y de Asuntos Internacionales de la PGR, al 31 de julio de este año se han localizado a 17 mil 175 personas.
De la base calderonista, la actual administración detectó que en 40% de los casos no existía una averiguación previa integrada o sólo se registró el hecho, pero no hubo indagatoria, por lo que ‘‘se puede suponer que no hay ninguna clase de investigación en curso’’ y no sorprende que en 18% de los casos no se cuenta con un documento que describa cuál fue la causa de la desaparición.
La subprocuradora señaló que la base de datos recibida del sexenio anterior no estaba depurada ni actualizada, sin embargo se pudo especificar que de las 22 mil 322 personas que actualmente están en calidad de “no localizadas”, 12 mil 532 corresponden a casos de la última parte del sexenio de Felipe Calderón y 9 mil 790 a lo que va de la administración de Enrique Peña Nieto.
Benítez señaló que entre las causas más comunes por las que una persona se encuentra en calidad de “no localizada” es por ausencia voluntaria, privación ilegal de la libertad, migración –dentro y fuera del país-, reclusión en algún centro penitenciario, problemas domésticos o porque la persona falleció o fue víctima de algún delito.
Por desgracia, este problema ha alcanzado niveles tan altos que precisó la creación de toda una Unidad Especializada en Búsqueda de Personas Desaparecidas… la cual hizo mucho ruido en su creación, pero con el tiempo se fue perdiendo entre tanta institución, organismo y demás intentos gubernamentales para terminar con problemáticas de este calibre.
Por otra parte, Benítez enlistó algunas de las acciones que se han tomado con el fin de crear una política pública en la materia: actualizando actas de averiguaciones y extendiendo el trabajo a cárceles, hospitales, estaciones migratorias y demás lugares donde podrían encontrarse las personas hasta el momento no localizadas. Por otra parte, las investigaciones se amplían a movimientos realizados en bancos, números telefónicos y cuentas en redes sociales.
Lo que resta para los familiares de las personas cuyo paradero es desconocido es una muestra de que el asunto es de interés para el gobierno, al respecto Benítez indicó que el problema es ‘‘compromiso prioritario’’.