“Tenemos algunos bad hombres aquí y los vamos a expulsar“, dijo Donald Trump el pasado 20 de octubre, durante el Segundo Debate Presidencial, mientras hablaba sobre inmigración y las medidas que pretendía adoptar si llegaba a la presidencia de Estados Unidos. Al llegar al poder, el mandatario firmó una serie de órdenes ejecutivas para frenar la migración ilegal, drenar los fondos de las ciudades santuario y construir el muro fronterizo. El pasado 25 de agosto, Trump perdonó al exalguacil del condado de Maricopa, Arizona, Joe Arpaio, quien había sido condenado por detener a personas de origen latinoamericano simplemente por su apariencia física. Y, así, administración trumpista recalcó el mensaje antimigrante, por si todavía no nos había quedado muy claro. La nota positiva la dieron cuatro panaderos que se quedaron atrapados en su lugar de trabajo debido al virulento paso del huracán Harvey por Texas. A pesar de que el discurso del gobierno norteamericano ha sido cargado en contra de la comunidad hispana, los trabajadores de El Bolillo Bakery dejaron de lado todos esos odios y ambientes viciados y se pusieron a ayudar a los afectados por el desastre natural.
De acuerdo con el periódico local The Houston Chronicle, en un acto dulce, figurada y literalmente, el grupo de panaderos —integrado por mexicanos y centroamericanos— horneó pan dulce para los damnificados por Harvey. Los empleados se pusieron a elaborar panes como locos. Aunque no conocen con certeza cuántas piezas hicieron, sí saben que utilizaron alrededor de 2 mil kilogramos de harina. “Algunos de nuestros panaderos se quedaron atorados en nuestro local de Wayside. Hicieron todo este pan dulce para donarlo a aquellos que lo necesitan”, publicó la cuenta de Facebook de la panadería el pasado lunes 28 de agosto. “Esta es la hermosa alma y cálido corazón de la gente mexicana. Mis respetos, paisanos“, publicó una usuaria de FB.
“Ustedes compartieron mucho amor a aquellos que desesperadamente lo necesitaban. Muchas gracias a sus maravillosos panaderos por compartir sus maravillosos talentos con aquellos que necesitan cuidado y atención en este momento”, se puede leer en otro de los casi quinientos comentarios en la publicación original.
El diario británico The Independent señala que los trabajadores del último turno estaban chambeando cuando se dieron cuenta de que no podrían salir de la panadería debido al nivel de agua que había en las calles. Para despejarse y no pensar en sus familias y seres queridos, los nuestros se pusieron a darle duro y hornearon un chorrotal del tradicional pan dulce mexicano para las personas afectadas por las inclemencias del clima en Houston, Texas. El Bolillo Bakery, panadería que se especializa en pastelería mexicana, no resultó afectada por los estragos que trajo Harvey consigo. No se inundó ni se les fue la luz. Estas condiciones permitieron que los panaderos pusieran manos a la obra (o en la masa) y cocinaran durante toda la noche y el día siguiente. Brian Alvarado, gerente de la tienda, indicó que los reposteros hicieron tanto pan que alcanzó para llevarlo a centros de emergencia por toda la ciudad.
Solamente la casa de uno de nuestros cuatro acomedidos protagonistas sufrió daños por el paso de Harvey. Los otros tres reposteros llegaron a casas secas. Esta dulce historia se convirtió en un fenómeno de las redes sociales y los panaderos fueron alzados al nivel de “héroes” por su “gran corazón” y servicio a la comunidad de Houston. El ejemplo de los paisanos arroja algo de luz en el momento de tensión en el que se encuentran las relaciones entre Estados Unidos y México. Esta historia seguramente hará que alguno que otro que piensa que los inmigrantes latinos son bad hombres cambie de opinión.
