Mientras en el mundo avanzan leyes para considerar a los animales como seres sintientes o en México se discute la prohibición de espectáculos que les causen sufrimiento, una interesante batalla legal llegó a Estados Unidos que podría sentar un importante precedente en el planeta.

La protagonista es una elefante que se llama Happy y lleva más de 40 años viviendo en un zoológico de Nueva York.

Foto: NonHumans Rights Project

Es una discusión que vale la pena considerar. Imagínense que un grupo de activistas metió una demanda a nombre del elefante y están esperando que se considere legalmente como persona.

¿Un elefante es legalmente persona?

Aunque suene extraño, eso lo que espera la demanda con el nombre de Happy.

Buscan que la elefante pueda acceder a uno de los más conocidos principios humanos en el mundo legal, la institución —que se supone tenemos todas las personas— del Habeas Corpus. Sin meternos en los asuntos técnicos tan complejos, eso protege nuestra libertad corporal y evita que seamos víctimas de arrestos sin sentido.

Foto: NonHumans Rights Project

Parte del principio de ser presentados físicamente ante un juez para conocer nuestra situación legal.

Aplicándose al caso de Happy: si la elefante tiene ese derecho, implicaría que tiene que presentarse en la Corte para defenderse, por lo que se consideraría una persona. Si no consigue ir físicamente, significaría que su vida en el zoológico ha sido prácticamente un secuestro, un confinamiento ilegal.

Esta interesantísimo, ¿no?

La Corte dijo: “No”

Ahora es cuando empiezan las implicaciones en el mundo real.

El caso de Happy, la elefante, ha ido escalando en el sistema legal de Estados Unidos. Esta semana llegó a la Corte de Apelaciones en el estado de Nueva York. Después de polémicas deliberaciones y votos divididos, decidieron que la elefante no podría considerarse persona legalmente.

“Nadie pone en disputa las capacidades impresionantes de los elefantes, pero negamos la petición de que pueda aplicarse el habeas corpus a nombre de Happy”, escribió la jueza principal de la corte de apelaciones. “Habeas corpus es un vehículo que busca asegurar la libertad de humanos detenidos, no de animales no-humanos”.

Aunque perdió la demanda del grupo de activistas, la votación terminó 5 contra 2.

Los dos argumentos a su favor provocaron una importante discusión.

Una de las juezas a favor de liberarla dijo, según los reportes de la Corte en el New York Times, que “los derechos que le damos a los otros nos definen como sociedad”. Al mismo tiempo, el otro argumento que la apoyaba mencionaba que se trataba de una vida, de un ser que “podía autodeterminarse y ser autónomo fuera de cautiverio”.

La realidad es que la elefante de 51 años ni sabía de la demanda y después de la decisión de la Corte, seguirá durmiendo en el zoológico del Bronx donde fue rescatada de un circo —junto con otros elefantes, todos bautizados en honor a los enanos de Blancanieves.

Se encuentra cuidada y está bien de salud.

Sin embargo, esta discusión probablemente siga avanzando en las cortes estadounidenses y no será lo último que escuchemos del caso.

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Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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