Si creían que la época de la exploración marítima se nos había terminado hace bastantes décadas, les tenemos una grata sorpresa. Resulta que en este 2022 todavía se aparecen interesantes descubrimientos que cambian lo que creíamos conocer de los océanos… como esta isla que llevaba casi un siglo mal ubicada en los mapas.
Se trata de la llamada Isla Henderson, que se encuentra en medio de la nada, en el Pacífico Sur.
Todo sucedió mientras la Marina del Reino Unido investigaba esta región —conocida popularmente como “donde Jesús dejó las chanclas”— tratando de actualizar las cartas de navegación que utilizaban desde 1937.
Se acercaron a la Isla Henderson para comprobar con tecnología satelital los antiguos mapas, que se habían hecho a la antigüita y se habían actualizado hace algunas décadas con fotografías aéreas. Ahí se dieron cuenta que esta remota isla se encontraba, en realidad, un kilómetro al este de donde la tenían registrada.
“En teoría, la imagen del satélite habría estado exactamente sobre los antiguos mapas, pero no sucedió así”, explicó el teniente británico a cargo de la misión. “El radar estaba equivocado por un kilómetro… y eso implica que las fotografías estaban incorrectas en sus cálculos de navegación”.
Digo… que no es que hará mucha diferencia porque la isla se encuentra a la mitad de la nada.
La Isla Henderson tiene a Nueva Zelanda a más de 5 mil 200 kilómetros de distancia y el continente más cercano, la costa de Chile en Sudamérica, está a casi 6 mil kilómetros. No es de a gratis que esté completamente deshabitada —salvo un tipo que pasó un par de meses ahí jugándole al náufrago en 2018.
Lo que sí, es que probablemente no sea lo último que escuchemos de esta tierra remota.
La Isla Henderson es reconocida, además de estar chueca en los mapas, por ser una representación del descuido humano. En teoría, debería mantener su estado natural… pero los científicos descubrieron lo contrario. Una investigación reciente descubrió que a sus costas han llegado 18 toneladas de plástico, dañando la riqueza ambiental de la recóndita ubicación.