Ayer por la noche se dio a conocer la muerte del exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Guillermo Soberón. Y bueno, aunque a los universitarios más jóvenes quizás no les suena el nombre, a él se le debe mucho de lo que es hoy en día la máxima casa de estudios, además del fortalecimiento de la salud y la educación pública en nuestro país.
Guillermo Soberón murió a los 94 años. La noticia fue confirmada en las redes sociales de la UNAM y de inmediato varios personajes de la política, la cultura y del ámbito académico del país reaccionaron. No podía ser de otro modo, ya que además de haberse desempeñado como rector de la Universidad, Soberón fue titular de la Secretaría de Salud. De hecho, a él se le atribuye que el derecho a la salud fuera incluido en la Constitución.
“El nombre del doctor Guillermo Soberón Acevedo está sólidamente ligado al desarrollo y fortalecimiento de la salud, la educación pública, la autonomía universitaria, la investigación científica y la cultura en México, e indisolublemente vinculado a la UNAM”, señala el artículo que la Universidad compartió en sus redes sociales, luego de confirmar el fallecimiento del exrector.
Guillermo Soberón, impulsor de la autonomía universitaria
El doctor Soberón fue rector de la UNAM de 1973 a 1981. Durante su administración hubo grandes cambios académicos, docentes y culturales en la Universidad. No obstante, quizás su legado más importante es el fortalecimiento de la autonomía de las universidades e instituciones de educación superior del país, lo cual quedó asentado en la modificación del artículo III constitucional.
Por si lo anterior no fuera suficiente, durante la gestión de Guillermo Soberón fueron creadas las cinco escuelas nacionales de estudios superiores (ENEP, más tarde conocidas como FES) de la UNAM. Además, también surgió la Facultad de Psicología y la Escuela Nacional de Trabajo Social.
Por otra parte, Soberón fue responsable de la creación del Centro Cultural Universitario y de la promoción del Espacio Escultórico, así como la reconstrucción del Museo Universitario del Chopo, el Palacio de Santo Domingo y el Antiguo Palacio de Minería, donde cada año se celebra la Feria Internacional del Libro.