Hace 6 días el exgobernador de Sonora, Guillermo Padres, reapareció en un noticiario cuando todos lo hacían ya fuera del país. El político del PAN declaró en el inesperado diálogo que enfrentaría las “falsas acusaciones” que pesan en su contra y que acabando la entrevista se presentaría ante un juez. Dicho y hecho: el exfuncionario, que hasta entonces era buscado por la PGR e Interpol, se entregó a las autoridades para enfrentar su proceso.
Hoy un juez dictó auto de formal prisión contra el exmandatario por su presunta responsabilidad en el delito de defraudación fiscal y operación con recursos de procedencia ilícita por 8.8 millones de dólares… por lo cual no alcanzaría libertad bajo caución. De acuerdo con la investigación de la PGR, a Padrés se le encontraron 134 millones de pesos en cuentas en el extranjero.
Esos recursos no fueron declarados ante el SAT. El defensor legal de Padrés, el abogado de estirpe panista Antonio Lozano, dijo que van a acudir a tooooodaas las instancias necesarias para revocar la decisión, ya que la procuraduría —de acuerdo con su opinión— no actuó de la manera correcta y que realizaron una averiguación en lo oscurito mientras había abierta otra por mismos hechos por los que ya había comparecido.
A esta acusación contra el panista se le suma otra en Toluca, Estado de México, por su presunta participación en una red de al menos tres personas para cometer el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada. Su hijo, Guillermo Padres Dagnino, quien fue detenido el pasado 10 de noviembre al salir del Reclusorio Norte, también se encuentra imputado, indica El Universal.
