Como chavo que cae al torito y quiere encontrar culpable de su desgracia (pese a que lo atoraron conduciendo hasta las chanclas), el exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés, culpa al maldito sistema corrupto de sus desgracias y solicita al presidente AMLO que le eche la mano. Pos ya va a ser navidad.
Luego de que la justicia impidió que Diego Fernández de Cevallos se pusiera el traje de Papá Noel y pudiera dejar una de sus propiedades en prenda a cambio de su libertad (de fianza, pues), el buen Guillermo Padrés ya no puede pasar otro día en el Reclu levantando el jabón (en polvo) y clama por su libertad. Y para que se escuche “juerte”, se dirige nada menos que al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO, pa’ los cuates).
“Elevo la voz señor presidente para pedirle que me ayude y acabe con este sistema represor que me tiene como preso político en esta prisión”, dice Guillermo Padrés en un audio de poco más de cinco minutitos que la familia del exgobernador de Sonora dio a conocer. Se trata del primer “mix” que el susodicho difunde desde el reclusorio, luego de casi dos años de estar entambado por los delitos de lavado de dinero y defraudación fiscal.
“Durante este infierno que me tienen, aquí el viejo sistema -qué bueno que ya se fue el PRI- ha acusado a mi familia, y con todo el dolor de mi alma, encarceló cobardemente a mi hijo en el reclusorio de alta seguridad por más de nueve meses para presionarme, para que yo aceptara delitos que no cometí y lo hicieron sin ninguna prueba al respecto, y luego de pasados los nueve meses con ‘un usted disculpe, no hay ninguna prueba contra ti’, hicieron todo con la intención de lograr que yo me implicara en delitos que no cometí”, agrega el exmandatario.
Recordemos que Guillermo Padrés ya podría estar libre desde hace rato… nomás que no tiene para cubrir la fianza de 100 millones que le impuso el juez para salir bajo fianza (de manera provisional, claro… los procesos siguen en su contra). Luego del fracaso de armarle “la vaquera”, fue el Jefe Diego el que ya casi se ponía el traje de héroe, anunciando que él dejaba una propiedad en Acapulco como fianza. Parecía que no iba a haber problema, puesto que la propiedad tiene un valor comercial de más de 400 melones… sin embargo, la defensa de Padrés omitió entregar el avalúo fiscal del predio… y pos no se pudo autorizar la libertad bajo caución del buen Padrés.
Así, en lugar de meterle unos cocos a sus abogados, el exgober decidió pedir clemencia a AMLO… “Elevo la voz señor presidente porque estoy seguro que no permitirá que jueces perversos, obedientes al viejo sistema del PRI, me sigan matando día a día en esta prisión (…) señor presidente a nombre de mi familia y propio, le pido que me ayude, que me ayude a que se me respete mis derechos y que me den mi libertad como lo marca la ley”.