Conforme pasan los días, científicos van obteniendo más información sobre el COVID-19. Ahora dan a conocer resultados sobre un estudio que implica el riesgo frente a la enfermedad, dependiendo el tipo de sangre.
Según un articulo publicado en la revista New England Journal of Medicine, con base en datos recabados en hospitales italianos y españoles, la gente que tiene sangre tipo A presenta hasta 50% más problemas al contraer el coronavirus. Dicho riesgo consiste en que la enfermedad se desarrolla hasta llegar al punto de necesitar apoyo respiratorio.
Para contrastar la forma en que se comporta la enfermedad en la gente del grupo sanguíneo A, en el estudio se indica que el riesgo de las personas del grupo O fue del 35%. Sin embargo, hasta el momento no se ha podido establecer por qué el tipo sanguíneo resulta determinante en los efectos del COVID-19.
De acuerdo con AP, el estudio nació de uno realizado en China que sólo se basaba en grupo sanguíneo. Ahora se profundizó, haciendo estudio genético. “Podría ser muy importante”, Parameswaran Hari, especialista en sangre en la Escuela de Medicina de Wisconsin.
Un estudio concluye que las personas con grupo sanguíneo A tienen un 50% más de riesgo de necesitar apoyo respiratorio en caso de infección por coronavirus que la media de enfermos. Las del grupo 0, un 35% menos https://t.co/0GyCGcUwAe
— EL PAÍS (@el_pais) June 18, 2020
En este estudio se analizó a 2 mil pacientes COVID-19 con diferente nivel de enfermedad: desde graves hasta asintomáticos. Según se indica en el artículo dado a conocer hoy, los investigadores relacionaron las variaciones genéticas con la probabilidad de desarrollar síntomas graves.
Esta nueva información podría ayudar a resolver la duda de por qué al momento de contagiarse unas personas desarrollan síntomas graves y otras no. Mucho se ha dicho que esto depende de factores como la edad o padecer enfermedades crónicas, sin embargo ahora se podría ser más precisos y, con ello, desarrollar tratamientos especializados.
Como la mayoría de estudios que se realizan sobre el COVID-19, éste aún no está concluido y presenta algunas debilidades metodológicas. Quizás la más grave, señala El País, consiste en que las muestras sanguíneas no se tomaron al momento, sino que se tomaron muestras de un banco de sangre anteriores a la epidemia.