Que ¿Por qué la gallina cruzó el camino? Pues para escapar de una granja, que está dispuesta a explotar a ‘las muchachas’, para donar 1.2 millones de huevos, algo así como 300 mil cartones de blanquillos que serán destinados a la gente más necesitada y todo con tal de evitar una multa millonaria, que les habría costado el cierre del ‘changarro’.
Como hemos podido comprobar, a lo largo de la pandemia muchos negocios han visto la oportunidad de sacar ventaja, aprovechándose del confinamiento, la escasez y la emergencia para esconder los productos y subir los precios al doble o al triple. Pero, a esta granja se le olvidó que están en Estados Unidos, uno de los países que en serio protegen al consumidor y no se dejan corromper por nada.
El caso, llegó hasta oídos de la fiscalía de Nueva York, donde la fiscal Latita James, dijo que la granja ‘Hillandale Farms Corporation’, obtuvo un beneficio millonario incrementando hasta cinco veces más el precio de la docena de huevos de forma ilegal, entre marzo y abril del 2020, justo después del comienzo de la pandemia.
Además denunció el comportamiento de la empresa a través de su cuenta de Twitter, escribiendo que “mientras que los neoyorquinos luchaban por conseguir comida, uno de los mayores productores de huevo, subió los precios a niveles sin precedentes, haciendo más difícil a los neoyorquinos alimentar a sus familias”.
Castigo ejemplar
El incremento ilegal del costo de un producto de primera necesidad, es castigado en el país vecino del norte con penas que pueden llegar a ser desde multas millonarias, hasta la clausura definitiva de las empresas.
En el caso de esta empresa con sede en Ohio y Pensilvania, el precio de la docena de huevo blanco estaba exhibido en enero del 2020, a 0.59 centavos de dólar, mientras que para abril del mismo año, ya costaba dos dólares con 93 centavos, “casi cinco veces más que el precio que pedía en enero”. ¡Qué manchados!
Pero, antes de obtener una sentencia definitiva, los granjeros tuvieron una idea con la cual pudieron negociar la sanción. Se comprometieron a no volver a aumentar el precio de los blanquillos y de acuerdo con 20Minutos, acordó donar hasta 300 mil cartones de huevo, entre miles de cocinas, refugios para personas sin hogar y centros de reparto de comida para personas necesitadas.
El pasado primero de abril del 2021, James no perdió oportunidad de presumir en sus redes sociales, que se encontraba en la distribuidora de huevos para entregar los blanquillos entre las familias de Long Island que aún sufren por los impactos económicos de la pandemia, así como entre los neoyorquinos que más necesitados. Dando fin a la historia de los huevos y a las intenciones de cualquier otra empresa para sacar ventaja. Ojalá así fuera en nuestro país con la gasolina, que sale más cara que la mismísima gallina de los huevos de oro.