Los aeropuertos de Gran Bretaña se han puesto en alerta y han aumentado la seguridad luego de que Estados Unidos advirtiera que posibles ataque terroristas serían orquestados por fundamentalistas musulmanes a través de los vuelos directos entre ambos países.
El aumento en la seguridad y los motivos fueron confirmados este jueves por fuentes del Ministerio de Transporte. Aunque la aplicación de las medidas fue confirmada, se desconoce particularmente cuáles fueron las adoptadas.
Esta decisión fue tomada luego de que el gobierno de Estados Unidos alertara sobre la posibilidad de que terroristas que operan en Siria y Yemen estén desarrollando explosivos difíciles de detectar en los aeropuertos.
El ministerio afirmó, no obstante, que la mayoría de los pasajeros no deberían sentir la diferencia.
Los cambios responden a una amenaza “real” y “creíble”, afirmó un portavoz del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos, sin dar más detalles.
Algunos de los cambios podrían incluir una revisión meticulosa del calzado, celulares y computadoras, según medios británicos. Las autoridades han pedido puntualidad a los pasajeros para poder aplicar las medidas, que cambian constantemente.
El aumento en la intensidad del conflicto entre el gobierno irakí favorecido por Estados Unidos y la organización fundamentalista ISIS, que se separó de Al Qaeda y que esta misma semana proclamó un Estado Musulmán en Medio Oriente, así como los conflictos entre fuerzas de seguridad estadounidenses con otras ramas derivadas de aquella organización, han llevado a tomar medidas más fuertes a la hora de vigilar a la sociedad civil.
Las autoridades temen que terroristas de Yemen hayan viajado a Siria para trabajar con el grupo Jabhat al Nusra, al que asocian con Al Qaeda, para desarrollar explosivos alternativos. Ya en 2006 se frustró un complot para pasar explosivos líquidos por los controles de un avión.