Ayer fue un día ajetreado para Google, pues además de enviar las invitaciones para un evento el próximo 29 de octubre, también presentó su nueva Chromebook. Sin embargo, fue otra noticia la que terminaría por robarse toda la atención: la estrepitosa caída de la compañía en la bolsa.
Todo sucedió luego de que se filtraran los resultados financieros de Google correspondientes al tercer trimestre, revelando una ganancia por 2,180 millones de dólares, lo que representa una baja del 20% respecto al mismo periodo en el año pasado.
Dicha situación provocó que en tan sólo unos segundos, las acciones de la empresa de Mountain View cayeran de forma espectacular hasta en un 10%, por lo que se tomó la decisión emergente de suspender la cotización en el índice NASDAQ. Una situación que duró más de 2 horas, para después volver a negociar los títulos durante apenas unos 40 minutos y cerrar la jornada en 695 dólares, lo que representó una pérdida de 8.01%, la peor sesión desde finales de enero.
En un inicio se pensó que la propia Google había publicado por error el informe trimestral, pues las empresas tecnológicas no suelen hacerlo antes del cierre en Wall Street. Sin embargo, la compañía acusó a la firma financiera RR Donnelley de divulgar los datos antes de lo previsto, enviando sin autorización un documento a manos del regulador bursátil estadounidense, la SEC.
Cabe mencionar que las pérdidas presentadas por Google se deben, en gran parte, a costos asociados a la integración y reestructuración de Motorola Mobility, luego del despido de un 20% del personal de dicha filial.
Aún así, no todos son números rojos en la gran G, pues sus ingresos (que no son lo mismo que ganancias) se incrementaron un 18.5%, llegando a los 11,526 millones de dólares.
Tras lo sucedido, lo único que ha quedado claro es que el costo pagado por Google luego de hacer públicas sus pérdidas, ha sido mayor a lo que se tenía planeado en un principio.
