Si algo necesitan los cuerpos de seguridad en nuestro país es un buen curso sobre la Constitución y los derechos humanos (además de protocolos diseñados para ser respetados) y es que la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal ha emitido la recomendación 14/2014 en la que señala decenas de casos de tortura que involucran a 95 víctimas.
Según la recomendación, las principales formas de tortura que utilizan los policías capitalinos son los golpes, las amenazas, los toques eléctricos, las bolsas de plástico colocadas en la cabeza y usar el agua en el rostro para provocar asfixia, entre otras técnicas dignas de estar en el museo de la Inquisición (bueno… de hecho varias sí están).
Estas prácticas son realizadas por agentes de la Procuraduría General de Justicia del DF y de la Secretaría de Seguridad Pública y pretenden con ellas obtener información o que los detenidos confiesen delitos.
Inculpados, golpeados, humillados y hasta electrocutados
Entre los casos documentados por la CDHDF está el de la tortura cometida por los policías preventivos Joel Avelar García, Seferino Luna Vázquez, Gustavo Ham Aguilar y Eric Sánchez Aguilar, entre otros.
De acuerdo con el organismo, en mayo del 2013, los uniformados golpearon al agraviado y, a pesar de que les informó que no portaba arma de fuego, lo obligaron a sostener una para fotografiarlo con sus teléfonos celulares, mientras se burlaban de él.
Incluso uno de los policías le dio toques eléctricos en el tórax.
Otro caso es el de Mario Alberto Flores Rojas que fue detenido el 15 de junio del 2009. Según la CDHDF fue torturado por policías preventivos y por los agentes de investigación Israel Andrade Rivera y Fernando Ortiz Aguilar.
Estos “servidores públicos” patearon al detenido en las costillas y le colocaron una bolsa en la cabeza, mientras lo cuestionaban sobre si había participado en un secuestro.
Al llegar a la Fiscalía Antisecuestros lo metieron a una oficina, lo acostaron y le echaron agua en la cara hasta casi asfixiarlo.
También la CDHDF acreditó que agentes adscritos al Operativo Cazadores, de la PGJDF, cometieron tratos crueles en contra de Irving López Núñez. A él lo detuvieron en el 2011 y le exigieron que dijera que había robado tres vehículos, pero al negarse comenzaron a golpearlo:
Un agente le gritaba:
«Ya te dije que vas a declarar eso, hijo de tu pinche madre, ratero»
Otro comenzó a exigirle:
«A ver, repite 10 veces “soy un pendejo”»
El organismo determinó que servidores públicos del Gobierno del DF torturaron a 79 mujeres y a 16 hombres.
Recordemos que los derechos humanos deben ser respetados independientemente de si uno es culpable o no (un juez es el que decide cómo se impartirá justicia, no tendría por qué haber venganzas por parte de los agentes en el momento de la detención).
Exigir que se respeten los derechos de los culpables es importante, porque luego, por no ser sometidos al debido proceso o por actos de tortura, los culpables son liberados (recordemos el caso de Florence Cassez). Si los agentes no siguen los protocolos correctamente, nunca existirá la justicia en el país.
Los números
- 78 víctimas de la PGJDF
- 10 víctimas de la SSP
- 4 víctimas de la PGJDF y de la SSP
- 3 víctimas de la Secretaría de Gobierno
- 79 mujeres fueron blanco de tortura
- 16 hombres fueron torturados.
- La lista de los derechos violados
No sólo los detenidos han sido violentados por las autoridades, también los reclusos. Por ejemplo, los técnicos penitenciarios Silverio Martínez y Guadalupe Fuentes golpearon a un recluso como castigo por presuntamente robar un cuadro con la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Estos son los derechos que fueron violados por estas autoridades:
- Derecho a la integridad personal, en particular a no ser sometido a actos de tortura.
- Derecho a la libertad personal, es decir, a no ser sometido arbitrariamente y a ser presentado sin demora ante la autoridad que ordenó la localización y presentación (o sea que es ilegal el paseo que luego dan antes de llevar a la gente al MP, además de que es ilegal ser detenido sin razón alguna).
- Derecho al debido proceso, que se refiera a contar con una defensa adecuada, a la presunción de inocencia y asistencia consular.
- Derecho de acceso a la justicia.
- Derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
- Derecho del niño frente a proceso de procuración de justicia.
Torturas preferidas
No solo torturan, también tienen sus prácticas favoritas, por ejemplo, la PGJDF prefiere los golpes y la asfixia a través de bolsas que ponen en la cabeza de los detenidos, mientras que la SSP se remite más a las clásicas golpizas y los toques eléctricos.
La violencia, la tortura, el abuso de autoridad y la corrupción son una constante en nuestros cuerpos de seguridad (tanto en los capitalinos como en los federales) ¿Cuándo se hará caso a las recomendaciones y se corregirá lo que afecta tanto a la ciudadanía?
Pero bueno, ya tenemos mandos únicos y un número único de emergencias. A ver si con estas prácticas alguien se anima a marcar el 911.
@plumasatomicas