Parafraseando el clásico de Pulp, “Common People”: “ah, ¿es de risa?… pues no vemos a nadie riéndose”. Más bien salieron en friega tanto EPN como Felipe Calderón a desmentir las acusaciones que el abogado de Joaquín El Chapo Guzmán realizó sobre los supuestos sobornos que los mencionados mandatarios habrían recibido por parte del narco.
Y bueno, tanta hilaridad causó a EPN la acusación que no perdió oportunidad de echar la cábula en entrevista con Denisse Maerker… aunque le faltó más soltura. Esa tensión en los hombros es por demás notoria. Pero bueno, eso es otro asunto. Vamos a la declaración:
El presidente Enrique Peña Nieto habló de los supuestos sobornos que ‘El Chapo’ pagó a su administración y a la del expresidente Felipe Calderón. #EnPunto con @DeniseMaerker https://t.co/0alaPV1PhO pic.twitter.com/hWUAQWqF4U
— Noticieros Televisa (@NTelevisa_com) 15 de noviembre de 2018
Para Enrique Peña Nieto resulta absurdo que un criminal que fue aprehendido en dos ocasiones durante su sexenio (con un escape por demás ridículo, por cierto), diga ahora que tuvo chance de sobornar a su administración… según como lo ve el Ejecutivo saliente, lo que hizo Jeffrey Lichtman, el abogado de El Chapo , al intentar embarrar a los dos ejecutivos es ““un mecanismo de defensa”. Echarle la bolita a otro… igual es chicle y pega.
En fin, por muy jocosos que fueran, los señalamientos de Lichtman no fueron considerados como “inapropiados” por el juez que lleva el juicio de Joaquín Guzmán, Brian Cogan. Bueno, no sólo inapropiados, sino irrelevantes e imposibles de probar…y, por tal razón, pidió al jurado no tomarlos en consideración, puesto que su declaración debe basarse en evidencias y que una declaración inicial no es una prueba.